Primer Instinto

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Habían pasado un par de días desde que viste el color de sus ojos por última vez, ese profundo mar que parecía que iba a ahogarte en cualquier momento; sientes como tu respiración se acelera.
De todos modos decides no pensar en ello, un par de suaves golpes contra tus mejillas carmín logrará borrar su recuerdo; o al menos es lo que piensas.
-¿Qué haces?- escuchas repentinamente, sientes el suave tacto de una mano sobre tu hombro; un escalofrío recorre tu espalda.
-Buenas- comenta la voz con pereza, tu la reconoces es la voz que tratabas de olvidar, nuevamente como la última vez, aquel mar trataba de arrastrarte hacia su fondo.
-¿estas bien?-  repitió la voz mientras colocaba su frente contra la tuya -no parece que tengas fiebre- menciona con tranquilidad, sientes tus mejillas como incandescente volcán en erupcion.
-Sí- replicas con voz temblorosa. -No tienes que preocuparte por mí- continuas recuperando poco a poco tu compostura.
-Tal vez no tenga que hacerlo, pero de todos modos no puedo evitarlo, me preocupas, últimamente casi no has hablado conmigo; bueno, no después de ese día- te comenta, puedes ver un leve rubor en sus mejillas, justo como ese día.
-No puedo dejar de preocuparme por ti, eres lo unico que me queda, la única persona que me entiende o que trata de hacerlo, yo he decidido quererte, nadie me obligo a hacerlo- aquellas palabras resuenan en tu cabeza, las dijo, tu escuchaste cada palabra salir de su boca sin detenerse, mientras sus ojos se encontraban; sus miradas se fundían, te ahogabas en sus ojos y en esos suaves labios rosados.
Fue inesperado, esa vez no supiste como reaccionar y la escena se repetia.
-¡Es que no es posible!- replicaste apartandole de tu lado -esto esta mal, esta...- tu voz se vio interumpida por otro beso suave.
-No me importa si me crees o no- recibiste como respuesta -Te amo y eso es lo unico que importa- el rubor se subio a tus mejillas nuevamente.
La lluvia te impide ver,  tu garganta se encuentra seca.
El tiempo detiene su marcha, y dejas que se abra la puerta.

Y se abre paso, hacia los confines del universo.

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