Belleza

5 0 0
                                    

Esta noche como cualquier otra, obscura, fría,con calles totalmente solas, una noche perfecta para encontrar a mi próxima víctima, mas que una víctima sera una obra de arte su cuerpo tiene que ser valorado como la perfección echa humano, perdido en mis pensamientos recordé el objetivo de salir de mi hogar, vague por las calles una tras otra vi pasar niños, hombre, mujeres pero ninguno que cumpla mis ideales de perfección asta que la vi una bella dama de aproximadamente unos 24 años de piel color canela, ojos de color aceituna tan brillantes q podría jurar que eran dos estrellas, la vi, vi su caminar, vi como su pecho subía y bajaba acorde a su respiración, ¡Ho dios! Esa mujer, esa mujer era lo q buscaba, la seguí cuidadosamente agradecía infinitamente que fuese una noche tranquila refiriéndome a pocas personas en las haceras, la seguí talbez unas cuatro calles en línea recta asta que vi una oportunidad de poder atacar, ella paro serca de un callejón en ese momento solo pude tomarla del cuello con una nabaja la amenaze que si gritaba le cortaría el cuello allí mismo ella asintió y con un movimiento rápido mas rápido de lo q en verdad creía y quería le Torcí el cuello asta oírlo crujir, fue ahi cuando me di cuenta que su pecho dejo de tener el movimiento rítmico de subir y bajar a acorde a como respiraba, quedo ahi tan quieta con los ojos abiertos mirándome con sierta expresión en su rostro no era miedo ni pánico mas bien la vi con un sierto alivio y paz.

La arrastre asta estar seguro de que nadie me veía ¡ho dios enserio que era hermosa! Tenia las piernas mas perfectas que algunas ves en mi vida vi, los pechos ni pequeños ni grandes, esa mujer era perfecta de pies a cabeza, traía una blusa de tirantes color verde olivo así ¡así cono sus ojos! Unos vaqueros cortos muy cortos en realidad, el cabello negro como esa noche con rizos algo alborotados, los labios carnosos sin ser exajerados, un cuerpo de Diosa, unas manos suaves y dedos alargados y su olor ¡wooow! ¡Ese olor!, olía a cítricos con un toque de vainilla, en esa mujer no podría haber nada malo, le quite la ropa con mucho cuidado, al verla ahi desnuda ante mi sentí que el corazón se me salia del pecho su cuerpo aun estaba caliente era una sensación tan agradable el sentir de su piel con la mía que salían a flor de piel mis mas bajas pasiones, no podía con ello le juro que no podía y no soporte mas le bese los labios y toque sus hermosos y perfectos senos, arranque con deseo sus vaqueros cortos y esa pequeña prenda que ocultaba su intimidad y no pude resistir a poseerla, podría jurar que cuando la veía aun estaba viva podía sentir su calor su respiración pero al verla tenia esa mirada perdida, lo cual no me permitió hacerla mía, solo la bese con la pasión que tenia en mi, la toque como nunca en mi vida toque a una mujer, aleje esos pensamientos de mi y recordé la finalidad de ella, busque mi auto al encontrarlo fui a ella tan rápido como pude la levante de donde estaba y la subí al auto, llegamos a un tipo de taller que tenia a fueras de la ciudad la baje con cuidado y la puse en una especie de plancha para cadáveres, la bese por ultima ves y le dije lo hermosa que era, comenzó por lavarle el cuerpo con mucho cuidado, la seque y la perfume, intente acomodar un poco el cuello ya que sobresalían un poco las vértebras de su lugar y eso para nada era atractivo, le coloque ropa interior de encaje la cual compre en una tienda hace una par de semanas y esta prenda era digana de ella, le peine el cabello desenredado cada mechón de este y dejando definidos cada uno de sus rizos, opté por ponerle un vestido largo de noche con un corpiño color blanco con pedrería en el borde del escote y una falda inmensa con tela muy vaporosa de color rosa pálido, le pinte los ojos del mismo color que la falda del vestido y los labios de un color mas bien bronce, le eche un ultimo vistaso y en ves de ver a una mujer vi a una hermosa ninfa del bosque era simplemente perfecta, tome unos pendientes que compre en una tienda de baratijas aunque eran hermosos a pesar de su procedencia se los puse y ahi estaba la perfección echa mujer, antes de que terminara la noche la lleve nuevamente serca del centro de ciudad me fije bien que nadie nos observará, la senté en esas bancas de madera que están a orillas de los andadores, puse su mano serca de sus labios y la otra sobre su cadera, le cruce las piernas y su vestido cubría perfectamente sus pies y finalmente me dispuse a retirarme,

A la mañana siguiente por las noticias matutinas escuche sobre aquella dama inerte en aquella banca serca del parque de la ciudad, describieron la belleza de esta y la isieron famosa gracias a mi por que sin mi nadie hubiera conocido siquiera su nombre, mi trabajo había concluido al menos por este día.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 10, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Mente Del AsesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora