Cap 9.- Rio de Janeiro

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Alex POV
La sorpresa de venir a Brazil fue descubierta por Piper antes de que aterrizáramos en este hermoso lugar. El vuelo fue muy tranquilo, Piper se quedó dormida la mitad del viaje pero no me quejo, además de que todo es nuevo para ella; nunca ha visitado América del Sur en cambio yo vine hace unos cuantos años cuando trabajaba para Kubra y eso fue mucho antes de conocer a mi futura esposa.
Pero ahora este viaje será mejor, estaré en compañía de Pipes, disfrutaremos nuestras pequeñas vacaciones y le daremos tiempo a nuestro granito de crecer sin la presión de la familia de Piper.
Nuestro granito, que por cierto vino de una manera rápida e inesperada para mí, pero el simple hecho de saber que será nuestro bebe me pone muy feliz.
Ahora mismo estamos en el hotel, que claro tiene salida a la playa y eso es prefecto. Nuestra habitación aquí es grande ha decir verdad, pero bueno estaremos por dos semanas en este lugar.
Piper está recostada a mi lado recuperando sus fuerzas porque acaba de vomitar y cada vez que vomita queda débil por un corto tiempo.
Supongo que le están dando náuseas por su embarazo.
-¿Te sientes mejor? Digo acercándome a Piper y dándole un abrazo.
-Si Al, mucho mejor que hace rato. Dice ella mientras la abrazo.
-¿Que tal si vamos de compras? Así conocemos un poco más... Digo levantándome de la cama y tomando la mano de Pipes.
Ella la toma y se levanta.
Alquilamos un auto para las dos semanas que estaremos aquí, y con la cuestión del idioma, no las arreglaremos. No sé nada de portugués, pero no importa.
Luego de unos 20 minutos estábamos en un centro comercial muy conocido de aquí, no era tan grande como los centros comerciales de América.
Caminábamos por las tiendas mientras que la gente a nuestro alrededor hablaba con diferentes idiomas, creo que es español, portugués, y un poco de ingles.
-Al, supongo que iremos a una playa ya que estamos en Río, y no empaque un traje de baño porque te recuerdo que no sabía a dónde veníamos.
-Compremos uno para ti y uno para mí entonces nena.   Digo pasando mi brazo encima de ella.
Realmente hay muchas tiendas con traje baños pero decidimos entrar en una tienda grande y así poder tener más variedad.
La tienda tiene un nombre en portugués del que no entendí nada, hay varias personas que obvio son turistas comprando sus traje baños y demás cosas para ir a la playa.
Llevaba a Piper de la mano cuando ella se suelta de mí y corre hasta un maniquí que tenía un lindo traje baño color rojo y blanco, es lindo.
-Quiero este!   Dice Piper buscando uno igual al que vio en el maniquí.
-Pipes estas segura? La tienda es grande y tiene variedad puedes seguir viendo cuál sería el adecuado.   Digo mirándola.
Ella detiene su búsqueda y me mira con una sonrisa de medio lado... Oh Piper.
-Haber.. ¿Porque no quieres que use ese traje baño?
Suspiro y abro mi boca para contestar.
-Piper no quiero estar en la playa aguando que los asquerosos de los hombres te miren cada cinco segundos.
Ella saca una sonrisa picarona y se ríe.
-Soy tuya Al...   Pipes se acerca a mí y me da un beso.
Yo pongo mis manos en su cintura y las bajo lentamente hasta su trasero. Ella se estremece y me mira. Esta apenada por la gente que está a nuestro alrededor, la conozco lo suficiente.
-Y esto es mío oyó.  Digo dándole una nalgada y soltándola. 
Mientras Pipes busca el traje baño idéntico al de el maniquí yo empiezo a indagar por uno para mí.
Bueno tenemos gustos muy diferentes, yo siempre me voy por traje baños de una pieza mientras que ella va por los de dos piezas. Y allí se ve cuál es la exhibicionista de esta pareja lesbiana americana.
Después de tanto buscar un traje baño digno y adecuado para mi cuerpo de mujer de casi 38 años, consigo uno que creo que me quedara perfecto.
Es azul marino de una pieza y es abierto en la parte de la espalda, me llevaré este.
Reviso que sea de mi talla y si lo es. Luego de tomar el traje baño comienzo a buscar a Piper pero no logro verla, echo un vistazo en la entrada de la tienda pero tampoco está. Dios donde se metió.
Voy hasta los probadores y veo de espaldas a una hermosa rubia, alta de piernas largas y con un trasero que rellena completamente su traje baño. No me digan que es ella por favor.
La observo desde lejos y espero que de al menos una vuelta para ver si es Piper, la chica se voltea para tomar su teléfono y al hacer eso veo que es Piper.
Corro hasta dónde está y la miro.
-¿Estas loca? Digo mirándola de arriba a abajo.
-De qué hablas Alex? Relajate. 
-Tienes a dos asquerosos hombres viéndote desde allá!  Hago señas con mis ojos y ella pone los suyos en blanco.
Ella levanta su mano mostrándome su anillo de compromiso.
-Te recuerdo que estoy comprometida.
-Ve a cambiarte ya por favor, no quiero que estén mirando lo que es mío.   Digo  llevándola están un probador y entro con ella.
Piper se ríe por lo bajo y comienza a quitarse la parte de arriba del traje baño.
Dios... La miro y ella se me lanza encima y comienza a besarme.
Yo hago lo mismo y de un rápido movimiento la pego hacia la pared tocándole sus senos.
Piper abre su boca soltando un leve gemido mientras nos besamos, amo ver  lo capaz que soy de ponerla tan caliente. Amo ver cuán capaz soy de  darle placer.
De un tirón bajo sus bragas, ella termina de quitárselas con la ayuda de sus pies y separa un poco sus piernas esperando más. Nunca había estado tan lista para hacer esto.
Al poner mi mano en la vagina de Piper siento lo húmeda que está, mientras la beso muevo mi dedo pulgar lentamente en su clítoris y veo cómo se arquea su espalda.
Escucho la gente caminar a solo unos pasos de nosotras, pero somos expertas en esto, hemos tenido sexo en prisión y  en lugares menos cómodos que este, si antes amaba la adrenalina de ser una narcotraficante ahora amo la adrenalina de tener sexo con Piper en lugares como este.
Dejo a un lado mis pensamientos y me enfoco en el momento.
Dejo de mover lentamente mi dedo en su clítoris e introduzco dos dedos en ella, al hacerlo Piper deja de besarme y abre su boca soltando un gemido ahogado... No quiere ser escuchada.
Sigo moviendo mis dedos en su interior y siento cómo empieza a contraerse.
Por desgracia tocan la puerta y ambas damos un salto sin separarnos.
-Si?  Dice Piper.
-Hola soy yo la vendedora que te estaba ayudando a elegir tu traje baño, sé que no hablas portugués y por eso te ayudo recuerdas...    Dice la chica tras la puerta.
Miro a Piper y sigo moviendo mis dedos en ella. La miro desafiante y ella trata de hablar pero esta sofocada.
-Si si ya saldré.   Logra decir y escuchamos los pasos de la chica al irse.
Seguimos en los nuestro y miro a Piper.
-Vamos nena.  Digo moviendo más rápido mis dedos en ella y siento cómo se corre en mis dedos.
-Hmmm. Dice Piper sosteniéndose de mi cuerpo, sus piernas tiemblan y yo saco mis dedos separándome de ella.
-Debemos de irnos, empezarán a sospechar.  Digo dándole su camisa sonriéndole.
Ella sonríe tímidamente y comienza a vestirse.
Tomo su traje baño y se lo doy cuando termina de vestirse.
Ambas salimos del probador y gracias a Dios no hay gente cerca.
-¿Todo listo?  
-Si, paguemos y vayamos de aquí.
Caminos hasta las cajas para pagar y esperamos nuestro turno.
Al frente de nosotras estaba una mujer embarazada junto a su pareja, sonreí al imaginarme que en unos meses Piper estará así.
Al llegar nuestro turno tratamos de no hablar mucho con el chico ya que no habla inglés, simplemente le pasó mi traje baño junto al de Piper y miro a Piper diciéndole que saque mi tarjeta. Que costumbre de pagar siempre con tarjeta, recuerdo que todo nuestro dinero es en efectivo y más cuando no estamos en América.
El chico nos mira al ver que no hablamos su mismo idioma y sigue chequeando nuestra compra.
El pregunta mi nombre algo nervioso, pobre chico esta tratando de hablar inglés.
-¿Cual es su nombre?  Dice esperando que le contestara para poner mi nombre en la factura de lo que compramos
-Alex Vause.  Digo vocalizando cada palabra.
El chico escribe mi nombre y me da la factura, yo le pago rápidamente y le agradezco.
Piper toma la bolsa que lleva dentro los traje baños de ambas y nos vamos de aquella tienda.
Al salir nos damos cuanta de que ya no hay casi gente en el centro comercial, saco mi teléfono para ver la hora y veo que el reloj marca las 9:00pm, ya es tarde...
Entrelazo mi mano con la de Piper y la miro.
-¿Tiene hambre?   Digo dándole un beso en su cabello.
-Un poco, deberíamos de comer en el hotel...  
Eso es cierto, así nos damos un largo baño en el jacuzzi de nuestro baño. Que inteligente pequeña P.
Río al pensar eso y Piper me mira confundida.
-Solo vayámonos de aquí nena.

Una vez que estamos en el hotel Piper dice que deberíamos de comer en un pequeño restaurante.
Yo sin protestar y dispuesta a ir solo entro junto a ella. El restaurante es pequeño y acogedor, tiene vista una bonita terraza con vista a la playa y decimos de sentarnos en una de las mesas de esa terraza.
Saco la silla para Piper y ella se sienta mirándome con la misma manera en la que lo ha hecho durante todo este día, enamorada y feliz. Amo verla así.
Me siento en la otra silla y la miro sonriendo.
-Luces cansada Pipes...
-Lo estoy. Dice ella recogiéndose el cabello con una cola que tenía en su muñeca.
Llevo mis dedos hasta mi nariz y los huelo mirándola, ella se ríe.
-Que asco!  Dice entre risas.
-Huelen a ti.  Digo riendo.
En ese momento llega a nuestra mesa un mesonero dándonos el menú, ambas le sonreímos  y Piper lo mira diciendo
-¿Hablas inglés? Porque somos turistas y no entendemos el portugués.
Yo miro al mesonero y él responde asintiendo
-Si, hablo un poco inglés.
Ambas suspiramos al saber que habla inglés...
-¿Que nos recomiendas? Como ya sabes no somos de aquí.
-Para comenzar unas copas de vino brasileño Valmarino.
Ambas asentimos y esperamos que el mesonero nos traiga nuestras copas.
Miro a Piper y tomo su mano llevándola hasta mis labios dejando un beso en ella.
El viento mueve nuestro cabello y volteo a ver el paisaje que es hermoso, se escuchan las olas de la playa y la tranquilidad. La libertad.
El mesonero llega y nos sonríe dejando dos copas en la mesa y sirviendo nuestro vino llamado Valmarino, nunca lo he probado pero de seguro es bueno.
Luego de que nuestras copas están llenas el mesonero se va y agradecemos tomando las copas.
Levanto mi copa y miro a mi amada futura esposa quien levanta la suya también.
-Por nuestro futuro matrimonio, por qué a pensar de todos los problemas estamos juntas....y por nuestro granito. 
Chocamos nuestras copas y tomamos de aquel vino, que a decir verdad es delicioso.
-Digamos que yo solo brindare pero no tomare vino porque te recuerdo señora Vause que estoy embarazada y eso le cae muy mal a tu granito.
Dice Piper en el justo momento en el que choco su copa con la mía.
El pequeño granito cierto...

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