Creía conocerlas... llevaba más de cuatro años compartiendo casi todo, a su lado se sentía importante, cómoda, indestructible, gracias a ellas había salido de su "zona de confort" en algunos aspectos, creía que su lazo afectivo era indestructible, su vida siempre había estado plagada de miedos y satisfacciones sin reconocerse, ellas habían sido su milagro... hasta que un día ella despegó, una oportunidad se presentó y la ayudó a progresar, a adoptar nuevas responsabilidades que la harían aportar algo mayor a su vida, no estaría sola, la acompañarían en el viaje sus manos derechas de toda la vida, entre ellas, su casi hermana... su mejor amiga...
La noticia llegó a oídos de quienes consideraban sus cómplices, ellas sin más desplegaron una nube negra que sacudió todo el lugar... y desde ese momento alimentaron aquella situación con desprecios y críticas...
-Creí que ibas a estar a mi lado por siempre y te alegrarían mis triunfos, tanto que me acompañarías a festejarlos, te sentirías una campeona también- pensó
Ahora ella quiere tomar otro rumbo, aquellas a quienes sintió tan cercanas se encuentran a millones de kilómetros y la fría brecha que las separa se hace cada día más grande...
-Ya no me aportas nada, ni me ayudas a crecer, emprenderé mi vuelo con las cuatro personas que están conmigo en esto, espero algún día recapacites y dejes de pensar que soy mala para ti, cuando ustedes son las tóxicas, las inmaduras, las que no saben apreciar ni valorar, no te deseo mal, al contrario, como siempre te lo dije, deseo que te vaya bien y logres lo que quieras, porque a eso venimos a este mundo, si algún día nos volvemos a encontrar te saludaré, porque la amistad que un día tuvimos no se olvida tan fácil-
