Capítulo 2

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Después de aquel extraño encuentro llegue al departamento que Lord Hokage había rentado para mi. Metí la llave en la cerradura y empuje la puerta.

El lugar era lindo aunque pequeño, en la entrada estaba la cocina con una mesa en el centro, a la derecha estaba la habitación donde se encontraban unos cuantos muebles para guardar mis pertenencias y por último había una puerta que daba a —lo que yo me imaginaba— un baño.

— Aome Uchiha.

Di un pequeño saltito al escuchar la voz de Kia-sensei detrás de mi. Me di la vuelta para encontrarme a la rubia con dos bolsas en la mano y sin ninguna expresión en su rostro, eso no era buena señal. En definitiva estaba en problemas.

— ¿Qué hace aquí sensei?

— Todavía estoy a cargo de ti así que debo cerciorarme de que comas bien. Además hay un asunto que necesito hablar contigo.

Negué con la cabeza al mismo tiempo que me hacia a un lado para dejarla entrar.

[...]

— ¿Y cómo te fue en la academia?

— Bien, descontando el hecho de que una chica fastidiosa me quiso intimidar por andar viendo a su amado todo estuvo bien.

La jounnin se levanto para recoger los dos platos y llevarlos al lavabo.

— Por favor, no te vayas a meter en problemas innecesarios.

— No te prometo nada, no dejare que nadie me quiera humillar.

Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro.

Después de lavar los utensilios usados en la comida ella se fue porque al parecer el Hokage la necesitaba.

" Que aburrido es estar aquí encerrada, una vuelta por la aldea no me hará mal "

Tome la banda de regulación que momentos antes me había quitado para comer tranquilamente y la até en mi cuello. Agarre mis llaves y salí.

La aldea había cambiado mucho durante mi ausencia, muchos niños pequeños corriendo por las calles, locales de comida nuevos y gente que no conocía.

— ¡¡AOME!! —escuché detrás de mi. Antes de que pudiera voltear para ver a la dueña de aquella voz unos brazos rodearon mi cuello por detrás.

Aquel acto me incomodó así que aparte aquellos brazos con sutileza. Me di la vuelta para encontrarme con una castaña muy sonriente.

Me tomo unos segundos adivinar quien era, me sorprendí al verla tan cambiada.

— Has cambiado mucho, Hanako Nara.

— Tú igual.

Mi mirada se centro en una chica pelinegra que se encontraba detrás de la castaña, no tarde nada en reconocer a mi otra mejor amiga.

— Cuanto tiempo sin verte Hinata.

— Ho-hola Aome —había olvidado su voz.

Ambas habían cambiado demasiado durante el tiempo que no estuve, ya no eramos aquellas niñas que jugaban a ser ninjas defendiendo a la aldea. Ahora nuestro juego se hizo realidad.

— ¿A dónde ibas? Tal vez podríamos acompañarte.

Buena idea, necesitaba compañía y que mejor que ellas dos para acompañarme.

— Quiero recorrer la aldea.

— Muy bien entonces andando.

Empezamos a caminar. Hanako a mi izquierda y Hinata a mi derecha, debía admitir que se sentía extraño estar con ellas después de cinco años fuera de la aldea pero me alegraba al saber que no me habían olvidado a pesar de que me fui sin avisar.

La Uchiha  [Sasuke Uchiha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora