decisión

176 22 3
                                    

Londres 1456

Los rayos del sol se asomaban por el horizonte, tiñendo el cielo de una hermosa tonalidad rojiza-anaranjada, dándole este paso al amanecer .

En la ciudad las personas se encontraban afanadas poniendo sus puestos en el mercado, corriendo de aya para acá arreglando y organizándose, cada uno en su respectivo sitio, colocando la mercancía para que el consumidor pueda ver y elegir, dicho producto .

Las tiendas se encontraban ya en movimiento, de la panadería salia un suave aroma a pan recién horneado, haciendo que las personas que se encontraban afuera se le abriera el apetito, las sastres abrían sus puertas y con este le daban paso, a las damas de alta cuna, que se encontraban a fuera esperando ansiosas que se abrieran las puertas .

Cuando el sol estaba ya en lo alto del cielo, las hermosas calles enpiedradas se encontraban completa mente inundadas de personas . Los carruajes iban y venían, los de la mas alta y exquisita calidad, eran de la nobleza, dando a entender que dentro iba algún Duque, conde o caballero, lo mas simples eran de alquiler .

Los mercados se encontran inundando por un mar de personas, principal mente de criadas e siervos haciendo las compras del día .

Al estar tan lleno obstruía el paso de las personas por el mercado y las calles, generando así enfrentamientos, los cuales eran detenidos de inmediatos por los guardias que patrullaba con la intención de generar orden .

Fuera de la ciudad los campesinos salían de su hogares, para comenzar una nueva jornada de trabajo, labrando la tierra, otros se encargaban del ganado . Se dividían en pequeños grupos, cada uno de dichos grupos se encarga de una tarea en el campo .

Todo se encontraba tranquilo, no había nada fuera de lo común, cada persona de londres se encontraba en su faena diaria, los siervos y criados, limpiaban e ordenaban las mansiones de sus amos y jefes, mientras que sus señoras se dedicaban a beber te, cuidar sus hijos e ir de compras, una vida que toda mujer deseaba pero que solo las damas de alta cuna se podían permitir .

En esa misma mañana en la mansión del conde Taisho el ambiente se encontraba tenso, a pesar de esto los criados y siervos, seguían haciendo los quehaceres, mientras sus señores se encontraban en el estudio, teniendo una reunión privada con el contador y el abogado, pues este ultimo leería el testamento del antiguo Conde Taisho, el cual había muerto hace apenas unas semanas .

El estudio era un espacio amplio, las paredes estaban pintadas de un fuerte color rojo vino, el suelo era de una exquisita madera aunque algo viejas, en un espacio de la pared se encontraba lleno de retratos de los antiguos condes, todos perfectamente colocados desde el primero asta el ultimo, en el cual reposaba Toga Taisho, antiguo cabeza de familia, en el techo colgaba un antiguo candelabro de cristal, en el medio del estudio se encontraba un escritorio junto con su asiento, en frente de este habían dos muebles para dos personas colocados frente al otro, estos eran de un intenso e profundo color negro, en la derecha había un enorme ventanal el cual proporcionaba aire y luz natural a la estancia, en el lado izquierdo habían enorme librera, con diversos libros de todas las clases, en pocas palabras era un lugar monótono e simple .

El ambiente se sentía completamente pesado mientras el abogado leía el testamento, la condesa esposa del fallecido conde, escuchaba todo con incruidelidad, mientras que su único hijo e heredero, se encontraba escuchando atentamente con frialdad, mientras apretaba los nudillos con fuerza, su mandíbula estaba apretada, era increíble e inverosímil lo que escuchaban .

Condesa : es imposible - susurro sin aliento - como es posible aquella barbaridad - exclamo horrorizada .

Abogado : mi lady el antiguo conde Taisho, en sus últimos años de vida, derrochó e aposto casi toda la fortuna, al verse lleno de deudas lo obligo a vender partes de las propiedades - explico nuevamente .

Inu no : Gracias caballeros - agradeció con frialdad .

Contador : mi joven señor no tiene que agradecer nos, solo hacemos nuestros trabajos, con su permiso ya debemos marcharnos - hizo una reverencia junto con el abogado .

Después de despedirlos inu no los acompaño asta la salida, la mansión a pesar de estar algo vieja era hermosa, al llegar a la salida, los criados de la mansión le abrieron la puerta a su amo y señor, al salir afuera los siervos hicieron una reverencia e de inmediato le abrieron la puerta de su respectiva carruaje, estos nuevamente hicieron una reverencia para después subirse en su transporte y marcharse, al ver el golpeteo de los caballos se dio me día vuelta eh entro, ignorando a todos se dirigió al estudio, al entrar encontró a su madre hecha un manojo de nervios .

Inu no : Madre deberías tranquiliza os - dijo mientras se sentaba delante de ella .

Condesa : como podría tranquilizar me ? Si vuestro padre nos habéis dejado en la ruina !!! - exclamo horrorizada .

Inu no : ya veréis que saldremos de esta - trato de tranquilizarla .

Este llamo a una criada e ordeno que le trayeran un te de manzanilla a su madre .

Condesa : imposible !!!! - exclamo en llanto - la mayoría de nuestras posesiones han sido entregadas para saldar las deudas de tu padre, como ah podido hacernos esto !!! Apenas tenemos esta mansión y la casa de campo fuera de la ciudad - dijo en medio de una crisis .

Inu no se encontraba entre la espada y la pared, mientras consolaba a su madre, pensaba en una manera de poder sobrevivir a esta crisis . Mientras la consolaba se escucharon unos golpes en la puerta .

Inu no : pase - dijo frío e inexpresivo .

La puerta se abrió y de esta entro una joven criada, al pasar se disculpo e le entrego el te a la condesa, al salir hizo una reverencia y salio, con suavidad cerro la puerta, la viuda tomo el te entre sus manos temblorosas, dio suaves sorbos, mientras la estancia quedaba sumergida en un profundo silencio .

Inu no : tengo una solución - dijo rompiendo el silencio que se había formado .

Condesa : cual ?? - pregunto curiosa y con los ojos rojos por las lágrimas .

Ino no : tengo que contraer matrimonio - explico - se que se oye fácil e in lógico, pero si logro casarme con alguna dama de alta cuna, cuyo padre este desesperado por casarla e este dispuesto a pagar un buen dote, seria un excitó - explico con detalle .

Condesa : eso .... Es una idea brillante, pero no quiero que te sacrifiques por mi - dijo mirando a su hijo con tritesa .

Inu no : madre hago esto por nuestro bien - sonrió sinceramente - eso pequeño sacrificio no genera problema para mi, el verdadero problema es encontrar un buen prospecto para eso - suspiro audible mente, mientras masajiaba sus sienes .

Condesa : eh escuchado que el Duque de venomania quiere casar a su hija - le comento .

Inu no : el Duque de venomania ? No hay que hacernos muchas esperanzas, de seguro su hija ya a encontrado un prometido - dijo restando le importancia .

Condesa: hay esta nuestra esperanza - explico - nadie quiere casarse con su hija .

Inu no levanto una eja de manera incrédula, como es posible que la hija de un duque tan reconocido e completamente rico no haya encontrado marido, eso es algo in lógico .

Inu no : madre sabes la razon ? - inquirio con curiosidad .

Condesa : si - confimo - hay rumores que dicen que su hija es un demonio - dijo con horror .

Inu no : demonio o no sera mi esposa - le comunico decidido .

Estas ultimas palabras marcaron el principio de la tragedia, sombras negras y nubes de augurio tocarían su puerta, pero mas no serian estas que provocaran dicho mal, pues seria el mismo quien dieran cabida al mal .

Nota de Autora : espero que les guste el primer capitulo, gracias por leer el prologo . Comenten y vote, para saber que tal quedo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 09, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Duke Of Venomania Donde viven las historias. Descúbrelo ahora