Un día una rosa tomó entre sus manos a una flor y mientras lentamente la deshojaba, para su misma se preguntaba: ¿me quiere? O ¿no me quiere?.. Cuando la rosa estaba a punto de terminar con la flor, con una última hoja por arrancar, esta respondió: voy a quererte y amarte por siempre, si dejas de mutilarme... Envuelta en lágrimas la rosa una a una las hojas recogió, aquella flor dormida entre esas manos renació y al despertar, en los labios de la rosa se quedó.
