Capítulo 1

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Narra Grace:

[A mi me gusta ese nombre, lo re amo, pero ustedes pueden seguir usando a Rayita xD]

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Y de nuevo con mi queridísimo padre, ¿Por que?...

Cada verano mi madre me obliga a visitarlo, para que no se sienta "solo", ¿No puede conseguirse a una hija sustituta o algo?, ¿Necesariamente tengo que ser yo?.

-No pienses tan alto hija, te escucho- Susurro abriendo la puerta del departamento.

-No estoy diciendo nada papá- Susurre y entre.

-Bueno, entonces creo que adivine lo que pensabas, sino te gusta venir... dimelo- Sonrió.

Lo abrace y suspire.

-Sabes que te quiero pa', pero viajar de un país a otro no es muy lindo, pero quitando eso, me gusta estar aca- Me separe de él y sonreí.

-Ve a tu habitación- Sonrió y besó mi frente.

Asenti y tomé mis maletas.

Tenía un departamento de paga, era abogado y viajaba de un lado a otro, no estaba nunca en un lugar fijo.

Yo era una adolescente de diecisiete años que dependía de sus dos padres para sobrevivir.

Intentaba llevar buen estudio pero a veces era difícil, si estas cambiando cada mes de escuela no es lindo.

Siempre he sido la pequeña de los padres, pero que decir... se separaron hace dos años. No tenían tiempo uno para el otro, papa terminó yéndose a España y mama se quedó en su país, México.

Conoció a papa en un intercambio de estudiantes, el fue a México y ella era del lugar. Se conocieron, se casaron y nací yo. Así de simple era mi historia.

Entre a la habitación y estaba como la había dejado seis meses antes.

Me parecía raro que papa estuviera tanto tiempo en un sólo departamento. Extremadamente raro.

-¿Qué puedo decir?, Sigue igual que antes... - Susurre.

Acomode mi maleta, no tenía ganas de sacar mi ropa y ponerla en orden, que flo-je-ra.

Sacudi la cama y me eche en ella, no tenía nada más que hacer.

Esculque en mi celular, nada... ni una foto en el aeropuerto que dijera "Llegando con el ser más amado del mundo: Mi padre"

No me gustaba ser hipócrita, además que todo el camino vine con cara de orto.

No es que me iba a poner a sonreír para una foto en las redes sociales para presumir lo genial que NO me la estaba pasando.

Dios mío... tengo diecisiete y no tengo una vida.

Ni siquiera tengo una mascota, ¿Qué decir?.

[...]

-¿La vez pasada que viniste no hiciste ningún amigo? - Preguntó papá después de beber de su jugo.
Lo mire con cara de poco amigos.

-¿Crees que tú hija es sociable?, ¿Qué hace amigos fácilmente? - Pregunté con sarcasmo.

-No. Dime... ¿Quién iba a querer ser amigo de esa chica con cara de gas atorado?- Río.

Levante la mirada y reí, no pude evitarlo.

-En México se llama, Pedo- Reí aún más.

-Me interesa muy poco, pero esa es la verdad hija- Río.

Amoríos De Verano - Rubén DoblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora