Frisk acaba de completar su vigésima ruta genocida.
Chara sigue sin saber por qué sigue tomando este camino a pesar de sus intentos de hacerla entrar en razón, así que decide investigar.
¿Qué estará ocultando Frisk?
Caminaba por el último pasillo. El pasillo del Juicio. Aunque ya había pasado por allí decenas de veces, me paré a contemplar las hermosas ventanas que dejaban pasar rayos de luz y nubes de polvo. Estuve contemplando esas hermosas vistas hasta que una voz grave me llamó la atención.
"*hace un día precioso fuera, ¿a que sí?"
Era Sans. Agarré mi arma cubierta de polvo con rabia. Cómo odiaba a ese comediante... me giré hacia él con la sonrisa más psicópata que pude hacer. No parecía muy intimidado.
"*...mira niña, no sé que intentas hacer, pero que sepas que no va a funcionar conmigo"
justo al terminar esa frase, invocó algunos huesos y Gaster Blasters detrás suyo.
Me preparé para el combate inminente. Ya me conocía todos sus patrones de ataque y trucos bajo la manga. Me era imposible perder, y él lo sabía. Una sonrisa torcida se formó de oreja a oreja. Me lo voy a pasar en grande.
"*pero antes de empezar, dime: ¿no has pensado en tirar ese viejo palo?"
Espera, espera... ¡¿P-palo?! Me quedé quieta durante unos segundos hasta encontrar una respuesta coherente.
"¿Q-Qué clase de pregunta es esa? Puedo ganarte igualmente, tienes 1HP."
Traté de decir esa frase con el mayor tono de desprecio posible, pero no pude esconder un poco de duda. ¿Cómo no me había dado cuenta? Había tomado este camino tantas veces que ya no necesitaba ninguna arma decente para acabar con alguien.
"*eso ya lo veremos, pequeña."
Vi como los ojos de Sans se oscurecían hasta que parecía que estaban vacíos. Todo lo contrario de los míos, que brillaban con un color azul grisáceo. La batalla estaba a punto de empezar.
Me abalancé sobre el esqueleto y le traté de dar con todas mis fuerzas.
*Narra Chara*
Lo estaba viendo todo.
De hecho, lo vi desde el principio. Cuando Frisk cayó aquí en el subsuelo por primera vez. Frisk solía ser una chica encantadora... ayudaba a todo el mundo, y nunca podría hacer daño a nadie. Completó la "ruta pacifista" varias veces...
Hasta que un día le entró curiosidad.
Reseteó su archivo de guardado y esta vez tomó una decisión... diferente.
Mataría a todo el mundo.
Y así fue. Toriel, Papyrus, Undyne, Mettaton, Sans, Asgore...
Flowey.
Todos murieron. Y Frisk no se lo tomó muy bien. Todo lo contrario, por cada muerte que causaba parecía que iba a romper a llorar. De hecho, estuvo a punto de resetearlo todo, pero el querer descubrir qué había al final de todo ese genocidio... la llenaba de
D E T E R M I N A C I Ó N.
Así que siguío hasta el final, y me encontró a mí. A Chara. Chara, el demonio que viene cuando la gente dice su nombre.
Aunque no parecía muy asustada de verme. Todo lo contrario, se quedó... ¿asombrada?
Desde ese momento sólo ha hecho la "ruta genocida". No la reconozco... El dolor, el remordimiento, el sentimiento de culpa y la tristeza que arrastraba en el primer genocidio se esfumaron. Ahora, a veces incluso celebra la muerte de enemigos poderosos, como Sans y Undyne. He de admitir que se le da bien bailar- ¡Qué digo!
