El destino nos depara muchas situaciones de enseñanza, las cuales en su gran mayoría son difíciles de afrontar, pueden hacer que te sientas destrozado, una persona poco capaz de lograr lo que te preopones, que el dolor es lo único que te acompañará, y justo en ese momento, cuando estas en el fondo del avismo, un rayo te ilumina, te ayuda a comprender porque sucedieron todas las cosas, y que lo único que queda es continuar.
A nadie le gusta que le digan las cosas en las que está mal, porque nos cuentan la vida que llevamos y sobresalen de esa forma la cantidad de errores y desiciones completamente alocadas que tomamos, pero que curiosamente nos ayudan a vernos como personas. Algo así sucedía conmigo en estos momentos, esperaba poder tener el valor suficiente para afrontar todo lo que estuviera por venir.
- Hola...- Saludé en voz baja, aún no estaba del todo bien, estaba algo confundida, pero al menos mis recuerdos estaban conmigo de vuelta.
- Hola.- Saludó él agachando su mirada tímidamente, noté el vendaje en su brazo, símbolo de su acto heroico.
- Sabes... se que no recuerdo mucho.- comente un poco nerviosa, pase un mechón de mi cabello por atrás de mi oreja, mi bonito peinado de boda se había desarreglado un poco, miré que en mi vestido blanco lo adornaban manchas de sangre, me sentía como un zombie.- Algo me indica que debo estar a tu lado, es decir... agradecerte... – agregue algo insegura, no sabía que era lo que me pasaba cercas de él, pero me hacia sentir diferente.- No queria orillarte a mis problemas y mucho menos que pusieras en riesgo tu vida por mi, lo siento.- comente, me sorprendi de que tuviera fuerzas para decir lo sucedido sin que mi voz se quebrara, él solo sonrió.
- Cuantas veces tengo que decirte que lo que me pase no es tu culpa.- me dijo como si en otra ocasión hubiéramos tenido una conversación como esta, un vago recuerdo en mi mente lo confirmo.
- De verdad lo siento.- repetí, y en ese momento no había visto venir la lagrima que corrió por mi mejilla.
- Dices mucho lo siento...- me dijo limpiando la lagrima que recién había caído, la calidez de su mano rosando mi mejilla, hizo que una sensación extraña recorriera parte de mi piel.
- Que pena, lo siento.- comente nuevamente limpiando el resto de la lagrima, en ese momento note que volví a hacerlo, ambos empezamos a reír por lo que había repetido, como dos viejos conocidos a los que la vida había reunido otra vez.- Es increíble lo que el dinero puede provocar en las personas.- dije viendo rápidamente un recuerdo acerca del cambio mounstroso que había tenido Chris.- O bien, así fue todo el tiempo y no quería verlo.- añadí suponiendo con otros hechos.
- Hay personas muy buenas para fingir.- dijo Nick melancólico, tratando de hacerme sentir bien.
- Como sea, me engaño, supuestamente yo había dejado un testamento donde todo mi dinero se lo dejaba a él, y eso no es cierto, eso era falso ... pediré a la policía que investigue al respecto para encontrar a la persona que falsifico el documento.- agregue decidida, pensando aún en todo lo que había sucedido en mi vida.
- Estoy seguro de que pagara por lo que hizo.- respondió a mi comentario, me dio un poco de esperanza.- Así que... recuperaste la memoria.- me comento vacilando, como si no supiera que decir, era obvio que no sabía de que manera tratarme.
- Si, algo asi... Gracias a dios se quien soy, se de donde vengo y hasta te puedo decir como soy...- respondí amablemente, ya que después de muchos años, me sentía segura y valiente.
- Eres una persona maravillosa.- comento en voz baja, mis mejillas se ruborizaron, e inevitablemente sonreí.
- No olvides divertida.- Agregue y él soltó una pequeña risa.
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Give love a try
FanfictionUna joven talentosa solista del norte de Italia, obtiene la oportunidad de firmar contrato con una de las más importantes firmas disqueras en los EUA, lanzando con esto su carrera artística a lo que sería el proyecto más grande de su vida hasta el m...