Al Descubierto

3.

No quiero deprimiros pero es que mi vida tuvo demasiados bajos en vez de altos...
Por dónde empezar.
Comencé a hacerme cortes desde los 12 años, a esa edad todo había cambiado y no para bien. Cuando cumplí los 13 no sabía lo que me esperaba. No tenía idea de que estaba a punto de sufrir lo peor.
Mis padres se separaron y tenían todo tipo de peleas ya que mi madre le permitió a mi padre quedarse hasta que encuentre un lugar donde vivir, a esto se le sumaron mis complejos.
Seguro dirán
"pero la separación de tus padres es algo normal, superalo , no exageres" no exagero. No saben el infierno que me hicieron sufrir.
Como por ejemplo:
-Las peleas constantes.
-Los gritos.
-Finjir que yo no existía.
-Mi padre rompió una ventana porque se enojó, le hicieron 7 puntos porque al pegar en el vidrios se lastimó.
-Mi madre no estaba para apoyarme.
-Todas las mañanas discutían. Llegaron a despertarme con sus gritos.
-Mi padre se fue de casa sin decir nada y nos amenazaba con suicidarse.
Había noches en que mi madre salía con sus amigas de fiesta (y sí, mientras ella disfrutaba de la vida, yo estaba soportando todo)
Obviamente mi padre se ponía de malhumor. Se descargaba conmigo, mandandome a la mierda como siempre lo hacía o sino, era el mejor padre del mundo, hay que aclarar que sólo cuando mi madre estaba en casa, pero cuando ella se iba, se convertía en la peor persona conmigo, me ignoraba, me gritaba, se ponía histérico, yo le hablaba y el me hablaba mal.
Hay una noche que jamás la podré sacar de mi cabeza.
Mi madre iba a salir con sus amigas a una fiesta y mi padre fingía ser el hombre más feliz. Me acuerdo que cuando ella se fue, eran las 7:30 de la tarde.
Le dije algo a mi padre y éste me ignoró por completo, se fue a su habitación, dejó la puerta abierta y se fue a dormir...
Yo no sabía cocinar por ese entonces porque no me habían enseñado. El tema era que a la mañana yo no había desayunado y a la tarde no había almorzado (Ya les contaré el por qué)
Mi padre seguía acostado y yo le pregunté qué íbamos a comer y me ignoró por completo. Se dio vuelta en la cama y se tapó hasta la cabeza...
Me acuerdo que me eché a llorar en el piso, patético. Tenía que descargarme, aguantar estas cosas por mucho tiempo no es nada bueno y yo ese día no daba más.