Pluviofilia

567 57 40
                                    

Pluviofilicos. Así nos llaman. Éramos amantes de la lluvia

Eras la primera chica que veía en la lluvia con una cara feliz y me contagiaste esa tranquilidad y amor que tenías por ella. Incluso tu nombre coincidentemente era Juvia

Aun lo recuerdo claro. Ese día yo había salido a caminar después de salir del hospital, mi madre estaba enferma y tal vez no aguantaría mucho. Me frustraba, me sentía impotente y solo quería despejar mi mente

Estuve caminando una media hora cuando empezó la lluvia, era más fuerte cada vez pero no me importaba, estaba tan sumido pensando que cuando te vi en medio del parque con los brazos abiertos y el rostro hacia el cielo sonriendo con las gotas recorriendo tu cara y mojando tu cabello azul me quede un tanto desconcertado

¿Qué clase de persona se queda en medio de un parque en la lluvia y tan feliz?

Las personas, por naturaleza tal vez o por sepa que cosa, al menor indicio de lluvia se escondían, buscaban refugio o abrían el paraguas. Para algunos era una molestia y un clima desagradable que ponía a todos deprimentes y sin ganas de hacer el menor esfuerzo. Ya había escuchado más de una vez "Que deprimente" "Así ya ni dan ganas de salir" "Que horrible cielo"

Me quede un rato observándote y empezaste a hacer un baile raro como de esas sacerdotisas de las tribus antiguas, movías tus manos con una agilidad y suavidad increíble y tal vez desesperante, tus pies bailaban como si fuera una rara combinación de un tango y ballet, tu cabello se pegaba a tu cara en algunos movimientos y luego en otros la lluvia, que se hacía más fuerte y fina, lo quitaba y quedaba en el aire con gotas cayendo de esos mechones azulados

Ni siquiera traías ropa gruesa o abrigadora, estabas con un vestido simple, delgado pero elegante, era de un tono cielo pálido con tirantes y te llegaba solo unos cuatro dedos arriba de las rodillas, el vestido al ser abierto se movía al compás de tu danza y los pliegues se sacudían en cada vuelta. Estabas descalza lo cual ayudaba a que te movieras con más libertad, tus zapatos estaban debajo de una banca enfrente tuyo y un gato blanco estaba al lado mirándote extasiado y extrañado, como yo

"Dios esta mujer está loca", pensé, "Tal vez se escapó de casa o algún manicomio"

Me reí no tan fuerte ante mis pensamientos, tal parece las películas de Natsu ya me afectaban, te diste cuenta de mi presencia y me calle al instante cuando me miraste fijamente y te detenías abruptamente. Tenías miedo, pude verlo claramente, tus ojos eran azules también y estaban abiertos como platos y tu boca temblaba

"Mierda, di algo Gray, pareces acosador"

Antes de que pudiera decir algo corriste hacia el banco y sacaste tus zapatos, te los ponías torpemente y tu nerviosismo aumentaba, el gato estaba tranquilo mientras te miraba y luego a mí con odio. Parece que él era tu único público y me culpaba por interrumpir tu "acto"

Cuando te lograste poner los zapatos cogiste una capa que no vi estaba en la banca y te tapaste completamente, la capucha te termino de ocultar y parecías una sombra en la noche, pasa y ya no la ves nunca más. El gato salto a tus brazos y tú lo acurrucaste antes que se mojara un pelo, volteaste una última vez y me diste una mirada de odio y temor. No podía decir nada, mi cerebro estaba bloqueado por alguna razón y no alcance a detenerte

Cuando logre levantar mi mano y decir algo, tú ya estabas corriendo de forma desesperada, tus zapatos golpeaban con fuerza el piso y el agua salpicaba de forma brusca, no lo sabía pero quería detenerte y hablar contigo, me resultabas interesante y de alguna forma triste, al ya no estar ni cerca de alcanzarte seguí mi camino hacia mi apartamento, había disminuido la lluvia ahora solo eran gotas pequeñas como roció, por mi mente aun pasaba como una película tu baile y tu cara de felicidad y libertad y luego el miedo y odio con el que me miraste y te fuiste

Pluviofilia [FT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora