169. The Holder of Mortality

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En una ciudad próspera que haya sobrevivido en su lugar actual por más de tres siglos, alquila una habitación de hotel lo más cerca del centro de la ciudad que sea posible. Si absolutamente debes tener el Objeto de este Holder, entonces, ya has solicitado al gerente del hotel para ver a quien se hace llamar The Holder of Mortality, y si ya has dicho esto, sinceramente espero que tengas éxito, pues la imposibilidad de obtener este Objeto tendrá consecuencias que llevarían incluso a algunos Holders a la locura.

Permanece en esa habitación por tres días sin tener contacto verbal con ningún otro residente en el área y sin siquiera pensar en irte, no importa cuántos cadáveres solitarios lleguen a roer casualmente tu piel sensible. Si en cualquier momento, un grito de auxilio escapa de tus labios mientras están en tu prisión voluntaria, podrás hacer lo que sea para evitar tu inminente secuestro y posterior sádica tortura. Tu cobertura se ha perdido en este punto, y los hambrientos secuaces pronto liberados de tu propio subconsciente irán a la caza de tu marcada y apetecible carne tanto tiempo como vagues por este mundo.

Si, por algún milagro del ingenio humano, te las arreglas para estar en esa habitación por tres días sin perder la cordura, felicitaciones, ahora vete de allí, tienes trabajo que hacer.

Muchas cosas han cambiado en el mundo exterior durante tu estadía en esa habitación; verás a lo que me refiero una vez vayas más lejos. Presta atención al comportamiento de la gente que te rodea; por ejemplo, te darás cuenta que pareciera que entre todos se están alimentando de los demás. No pasaría mucho tiempo observando a mis compañeros, sin embargo.

Sólo sigue caminando. Tu destino es el centro absoluto de la antigua ciudad. Esperemos que el sol brille durante el viaje, de lo contrario, vigila tus pasos: el Holder que estás a punto de conocer tiene muchos dedos, y Él odia cuando se les pisa.

El centro de la ciudad será distinguible por dos cosas: primero, un nido de pájaro en un árbol delgado y blanco; y segundo, una horrible y enorme masa carnosa y apestosa retorciéndose en el suelo. No te dejes intimidar por su tamaño o hedor, pues la más leve sensación de duda o miedo en tu mente será todo lo necesario para que descubran tu presencia... y tus motivos.

Los pasos restantes deberían ser fáciles si has logrado llegar tan lejos sin una pizca de miedo interno, simplemente arrástrate por la masa tan silenciosamente como sea posible y empuja algo afilado en su vientre blando.

Si no lo has herido, entonces tu existencia en aquél lugar será otro elemento de disuasión para los futuros Buscadores. Si lo hiciste correctamente, un líquido amarillento y pálido saldrá de la herida y estarás en gran parte fuera de peligro tan pronto como tu víctima se desinfle y se encoja en una forma casi similar a la humana.

Él está ahora completamente indefenso (aunque aún así, no pises sus dedos) y deberás estar seguro de preguntarle: ¿Él alguna vez morirá?

Deberás escuchar cuidadosamente su respuesta, mientras sus labios son cubiertos por capas de piel arrugada. Su respuesta será breve; cuando termine, siéntete libre de buscar a través del limo del Holder por su Objeto. Mi sugerencia sería que cerraras la boca durante tu búsqueda, así como cualquier otro orificio en tu cuerpo. No querrás que esté dentro de ti.

El parásito es el Objeto 169 de 538. Mantenlo alejado de tu estómago.

The Holders 1-200Donde viven las historias. Descúbrelo ahora