Sueños recolectados de la web

El barco y la tirolesa

En mi sueño yo poseía poderes, era más fuerte, sentía que podía vencer a todo y a todos y hasta podía planear. No podía volar, sin embargo. Cuando planeaba en el aire sentía como la gravedad me atraía hacia el suelo otra vez tras un tiempo, y no podía volar de corrido.

Sucede que me volví famosa por esos poderes, y la gente me consideraba algo así como una super heroína.

Después de varios acontecimientos que no recuerdo muy bien, estaba de viaje en un sitio parecido a una playa. En esa playa había unas tirolesas muy alta, que iba desde la arena hasta una parte profunda del agua. Al parecer la persona que llegase al agua primero ganaba, era una competencia pública. Yo casi no logro llegar de primera, pero usé mis poderes y lo logré. Al final de la tirolesa nos esperaba un gran barco (por alguna razón era un barco de carga) que nos llevaría de vuelta a la tierra, y ahí estaban dos de mis viejas amigas, quedamos en buenos términos y perdimos contacto , pero ellas parecían odiarme. No entendía por qué, pero creo que se debía a que ahora que tenía poderes y era famosa creían que me había vuelto egocéntrica y había cambiado como persona.

En aquel barco, un señor preguntaba si ya queríamos volver a tierra firme o queríamos que el barco diera más vueltas. Yo, cansada, le decía que quería volver, pero el señor no parecía escuchar lo que le decía.

No recuerdo mucho más de ese barco, sólo se que llegamos a la tierra, como una estación de autobuses. Mis amigas se fueron en el autobús que las vino a buscar, y yo en un auto que me venía a recoger. Parecía un taxi, que mi mamá había mandado a buscarme. La persona que conducía el taxi era la madre de otra de mis viejas amigas. Había otras personas en el auto, personas que no pude identificar. Excepto a una. Mi amiga estaba ahí y cuando me vio dijo algo como "¿Mamá, no dijiste que recogeríamos a un parásito?" Y su madre respondió algo como "Es peor que un parásito", insultos que obviamente iban dirigidos a mi. Parece que ellas también me odiaban ahora. Entré al auto y emprendimos el viaje hasta mi casa, pero en ese momento desperté y no recuerdo nada más.

Daniela