Tenía que ser el©

Capítulo cinco:¡Delfines!

Capítulo cinco:¡Delfines!
Narra Landon.

Me desperté por mi alarma y por la poca luz que empieza a colarse por la cortina.
Me duche y vestí al terminar baje,ya estaba mi desayuno listo,aún sigo pensando que no debería tener personas que hicieron esto.

Cuando acabé de comer le envié un mensaje a Savannah y entonces los recuerdos de la noche anterior llegaron a mí.
Aún recuerdo el beso y siento como si sus labios estuvieran en contacto con los míos.
Me enamoré de esa chica,en tan solo días se robó mi corazón y ella no lo sabe,con solo verla sonreír alegra mi día.

Escuche como mi celular vibro y salí de mis pensamientos.

"Nos vemos hoy en la fuente a las 4" Savannah.

Antes de ir a nuestro encuentro tengo asuntos que arreglar,pendientes que terminar y tengo una plática con mi padre.

Subí a mi auto seguido de mis escoltas a una distancia considerable,al llegar a la empresa la secretaria ya me esperaba con los papeles en los brazos y una cara de pocos amigos.

–Señor Landon su padre a llamado 10 veces y dice que es urgente que atienda la llamada–dijo la secretaria con un semblante de miedo.

–Tranquila,deja los papeles en el escritorio y puedes retirarte–dije sentándome en la silla.

–Si su alteza–dijo con miedo.

–Soy solo Landon aquí,así que por favor no digas nada más y limítate a llamarme "Señor Landon"–dije tomando una carpeta.

La secretaria se limitó asentir y salir.

¡Grandioso ahora ya sabe que soy príncipe!
Decidí dejar mis pensamientos y llamar a mi padre.

Estaba en espera a que contestará,solo se escuchaba el tono.

*Llamada*

–Landon–dijo mi papá desde el otro lado del teléfono.

–¿Qué pasó?–pregunté.

–¿Cómo vas?–pregunto con un tono más relajado.

–Ya la encontré–dije recordando a Savannah.

–¡Grandioso!–grito.

–En grandiosa padre,es bella y muy inteligente–dije con una boba sonrisa.

–Ya te enamoraste–dijo con una risa burlona.

–Nos vemos papá,saludos a todos–dije antes de colgar.

*****

Después de estar en la oficina casi medio día voy en camino a encontrarme con Savannah.
Estacione mi auto y baje.

–¡Hola!–dijo emocionada mientras me abrazaba.

Yo sin poder decir ninguna palabra correspondí alegre a ese abrazo.

–¿Qué haremos?–pregunté cuando nos separamos.

–¡Vamos a ver delfines!–dijo aún más emocionada.