Capitulo 52

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*Narra _____*
A la mañana siguiente, el sonido del despertador de Liam sonó. Avisando que tenía que irse a la preparatoria.

Ya eran sus exámenes finales, y él no había estudiado mucho, así que debía encargarme de que llegara temprano a la escuela y estudiará un poco.

Me levanté de la cama, agradeciendo de que Liam no me estuviera abrazando, o al menos no muy fuerte, porque si no hubiera sido muy difícil levantarme.
Por otro lado, habría evitado el mareo que me dio al sentarme. Eso me pasaba normalmente cuando me paraba muy rápido o cosas así.

Me puse de pie, tomé la camiseta de Liam y me la coloqué en sima. Recogí toda la habitación, luego me dediqué a despertarlo.

__-Liam-lo llamé-mi amor despierta-lo escuché gruñir y arrugó un poco su nariz.
Me acerqué a él y besé suavemente sus labios, pero al parecer no funcionó como quería. Repetí mi acto, volviendo a besar sus labios, esta vez por un poco más de tiempo y más profundo.

Antes de separarme, sentí una caricia por debajo de la camiseta y su mano se posó en mi nuca, profundizando más el beso.

__-Ya tienes que ir a la escuela, Liam-
L-ya lo sé, había escuchado la alarma-afirmó sonriendo con los ojos cerrados aún.
__-Okey, claro-reí un poco-ahora levántate bello durmiente, tienes que hacer exámenes-
L-¿sabes?, no es necesario que valla a la escuela hoy-bromeó sentándose en la cama.
__-sí, si es que quieres ir a la universidad-
L-odio cuando tienes razón-colocó su mano en mi nuca y volvió a besarme-está bien, iré a alistarme-

Ambos nos levantamos de la cama, pero al hacerlo sentí que todo la habitación dio vueltas. Liam tomó rápidamente mi cintura, al notar que me tambaleaba un poco.

L-Hey, ¿qué te pasa, amor?-preguntó confundido.
__-no fue nada, un pequeño mareo-Liam asintió y me puso nuevamente de pie.
L-¿Segura que estás bien?-preguntó aún sin soltarme.
__-sí, no fue nada-aseguré sonriéndole.

Me fui directo a la habitación de Ámbar, quien ya estaba despierta y al parecer disfrutaba de jugar con su imaginación y sus peluches.

__-vamos preciosa, hoy será un gran día-la tomé en mis brazos. Luego, tomé su ropa y una toalla para ducharla.

Cuando termine, no sabía quién estaba más mojada, si Ámbar o yo. Era muy inquieta y le gustaba jugar con las burbujas, pero a pesar de todo eso, todavía no hablaba ni caminaba, aunque hacía un esfuerzo.

Bajé las escaleras, con un pequeño mareo al final pero pude sobrevivir a eso y llegar bien a la cocina, donde sorprendentemente ya estaba el desayuno servido y Liam con el típico delantal donde se leía "besa al chef".
Me acerqué a él y le di un pequeño pico.

L-¿en serio solo merezco eso?-preguntó irónico.
__-considerando que no querías ir a clases-simulé pensarlo por un tiempo-si, dejémoslo así-el río y empezó a darle de comer a Ámbar.

Esa escena era bastante tierna, Liam era lo que toda chica podría desear; era atento, cuidadoso, sensible y cariñoso. Él era el tipo de chico que te decía cosas como "gastaré todos los segundos de mi vida para que siempre tengas una sonrisa" y prácticamente era cierto (sin recordar la pelea de hace unas semana). Pero aparte de ser todo lo anterior, también tenía ese lado salvaje, rebelde y caliente; ese lado que solo te mostraría en los momentos más íntimos y adecuados, ese chico que con solo un mirada te mataba y con unas cuántas palabras provocativas estarías a sus pies.

Él era todo eso y más.

Al terminar el desayuno y cepillar mis dientes Liam se fue caminando a la escuela, ya que no se encontraba muy lejos de aquí.

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