Nordic Blood. Talos

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Nordic Blood

En todas las calles de Tamriel hay una historia que se cuenta, el hombre cuyo nombre significa "Corona de la tormenta".

Nací en Atmora, pero fue en skyrim donde viví una infancia corta. Fue ahí donde conocí a los maestros de la voz, no te voy a engañar, tuve un aprendizaje veloz, dominando la lengua de los dragones liberaría al mundo de un final atroz.

Pero ya he acabado la introducción, dejad que os cuente lo que me costó llegar a esta posición. Pues debéis saber que con tan solo 20 años ya dirigía a una legión.

Arrasamos a los renegados y nuestra tierra reconquistamos. Escale la montaña más alta de todos los países, únicamente para reunirme con los sabios barbas grises.

Colaboré con el rey, el cual logro el puesto de emperador, yo fui su más fuerte luchador. Usando mis gritos podía asustar al más horripilante dragón. Soy el elegido, es el camino que los barbas grises me han escogido, gobernaré Tamriel, el destino así lo ha decidido.

Fue al morir dicho emperador que mis hombres me proclamaron su sucesor. Soy el hijo de Skyrim, el pueblo me aclamaba, y así dio comienzo la era de Tiber Septim.

Comenzando la tercera era como emperador conseguía eleminar cualquier frontera. No todos me veian con buenos ojos, algunos pensaban que yo era un nórdico cualquiera.

Sobreviví a sus intentos de asesinato, y fallecí como un anciano sensato. Desde entonces ascendi a los cielos y me consideram deidad, nunca pensé que me sentaría en este trono la verdad.

Y a ti, querido oyente, deja que este consejo llegue a lo más hondo de tu mente. El esfuerzo y el compañerismo es el auténtico camino, mirame, ahora soy el más joven de los nueve divinos.

Lucha por tu pueblo, por tu raza, que ni el propio Alduin pueda daros caza. Una mente abierta y dispuesta a escuchar es lo que marca la diferencia entre vencer o fracasar.

No es la fuerza ni el poder todo lo que te hará vencer, no necesitas tener ningún don para hacerte ver, yo siempre he sido y seré humano, desde el momento en el que mis padres me vieron nacer.

Pero deja que termine esta conversación, deja que te diga que por mis actos ahora soy objeto de oración, han creado una religión, por eso te pido que pelees con el corazón, que vivas sin ninguna resignación, hasta el más grave error puede ser una nueva lección.

Mi nombre es Talos, el héroe nórdico que al propio mal ahuyenta, el emperador que unificó un planeta, y el hombre que a sus enemigos dementa. Recuerdame humano, estaré contigo en lo más profundo de la tormenta.

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