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¿Se suponía que debía sentirme feliz porque mi vida estaba a punto de cambiar?
Pues no lo estaba en lo absoluto.
Después de unas  largas horas finalmente llegue a Olbia, donde vivía mi tía Romina, una ciudad costera realmente linda, lo primero que hice fue llamar a mi tía para avisarle que ya había llegado a lo cual me contesto que tomará un taxi y llegará a su casa, genial simplemente genial.
Me tomo unos veinte minutos en llegar, baje del taxi y Roque el timbre, me abrió una sonriente Melanie y en cuanto me vio quito su sonrisa

-Vaya, no pensé que fuera cierto-dijo y se marchó, dejándome ahí en la puerta con mis dos maletas, seguí un poco por el pasillo, en el fondo un poco temerosa, me sentía frustrada,no quería estar aquí realmente.
-llegaste rápido- mi tía Romina apareció, me dio un pequeño abrazo y me indicó donde debía quedarme. Mi cuarto era uno de los más alejados pero no me quejaba, me gustaba que fuera así.
Al día siguiente tenía clases, me desperté temprano, me arregle y baje a la cocina, maravillosamente mi tía estaba despierta

-Buenos días-dije
-Buen día, me alegra que estés despierta a esta hora, ¿que vas a desayunar? -dijo con falso interés
-Hmm solo tomaré una manzana, ¿hacia dónde tengo que ir a esperar el autobús?
-Deja que los chicos te lleven, el autobús es más incomodo-
-De verdad que no importa, además supongo que será mejor para que me integré con mis nuevos compañeros-
-si tienes razón, solo dobla en la esquina y esperas ahí-
-De acuerdo, gracias-iba a salir de la cocina cuando me detuvo

-el autobús pasa en media hora -dijo y salió de la cocina, yo salí a esperar el bus mientras leía, era extraño estar en un país totalmente diferente con personas que se suponen son tu familia, comenzar una escuela a mitad del año escolar no era una buena idea y más aún si en esa escuela están dos de tus primos que siempre te hacen la vida imposible, el autobús llego, bien  primer día aquí voy...
Miradas curiosas, presentaciones, preguntas, y burlas hicieron mi día un total infierno ¿durante cuánto aguantare esta tortura? De camino a casa en el autobús recibí alguna que otra burla y bolas de papel de más, como ya lo suponía Melanie y Stephan se encargaron de dejarme por el suelo y para cuando llegue a casa ellos dos estaban con Romina
-¿qué tal el primer día?-preguntó casualmente
-De maravilla, ¿no es verdad primita?- respondió Melanie abrazándome
-Si, estuvo de maravilla tía, yo... Subiré a mi habitación a hacer la tarea de em matemáticas-dije escapando de esa incómoda situación directo a mi habitación, puse mis audífonos con ido el volumen y me tire en la cama, al rato subió Romina avisándome que en la noche tendríamos una cena con algunas de sus amigas... Así se comenzaron a pasar los días en Italia y no de una forma buena, misma rutina cada día: escuela, casa, cena, dormir. Parecía un maldito robot programado para hacer lo mismo cada día y a eso sumémosle la falta de algún amigo... Un total desperdicio de vida

UGLY GIRLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora