Una historia para otro día

Discusión

Hoy a sido un día terrible la escuela se me hace demasiado aburrida, además de que me pelee con mi amiga Emily. Y para empeorar el asunto ni siquiera e acabado de entrar a casa y mi madre ya empieza a gritarme y regañarme.

-Alice ¿Donde rayos estabas? ¿Porque no habías llegado?- grito en cuanto abrí la puerta

-Lo siento fue un día un poco difícil y estaba arreglando unos asuntos- dije intentando evitar una discusión

-¿Qué asuntos? Espero que no sea una estupidez con tu amiguilla esa- dijo esperando una explicación

-¿Y que si fuera así?-dije entre dientes aunque creo que mi madre alcanzo a oír -Estaba viendo que iba a pasar con la maestra de álgebra sobre mi calificación- mencioné apunto de perder mi paciencia

-Si te peleaste con ella que mejor, no creo que sea una buena amistad, no me agrada esa chica es muy estúpida y buena para nada. Y bueno ¿Qué paso con lo otro?- dijo seriamente

-Dijo que lo más que haría por mi sería ponerme 8.9, además no creo que debas hablar así de Emily cuando ni siquiera la conoces y sólo la has visto en un par de ocasiones- dije tratando de no gritar

-Un 8.9 ¿En serio Alice? Tu única responsabilidad es la escuela y me sales  con estas cosas, no puedes ni siquiera cumplir con eso que tontería y de seguro es porque últimamente te la vives con tu celular o en la computadora, si sigues así no me quedara de otra más que quitártelos. Y todavía te pones a defender a esa chamaca, pero bueno si ya se dejaran de hablar es mejor ahora porque sino les dolerá después- grito molesta mi madre.

Esto último me hizo llegar al límite de mi paciencia, en especial últimas palabras esas fueron la gota que derramo el vaso, ¿Qué no se da cuenta que pongo todo mi esfuerzo en la escuela cuando podría estar haciendo otras cosas? ¿Cree que el 8.9 fue algo fácil de lograr? ¿Por qué se molesta tanto por un 8.9 si realmente no es bajo? ¿Acaso cree que no duele? ¿Qué estoy feliz por haber discutido con Emily?. Estuve a punto de pensar en voz alta pero se que es imposible tratar de conversar, discutir o llegar a un acuerdo con ella, así que opte por irme a mi cuarto en silencio, dejando que mis pensamientos empezaran a consumirme, ignorando totalmente los gritos de mi madre.