Amor Entre Suicidas (2)

Capítulo Siete

Cuando llevábamos un rato en la moto Raúl me hizo colocarme una venda en los ojos, luego de un rato detuvo la moto

–Ven, bájate, yo te guió – me dijo mientras pone sus manos en mi cintura – te ves tan vulnerable en este momento – me susurro mientras me ayuda a caminar

–No te aproveches, ¿falta mucho para que me saques esto?  – le dije llevándome las manos a los ojos pero sentí que Raúl me dio un apretón en una nalga y yo baje mis manos de inmediato

–Si tu haces algo para ver yo puedo castigarte – me dijo con un tono de autoridad pero se le nota en la voz que quiere reír – bien, ya puedes ver – me quito la venda, tuve que pestañear algunas veces para acostumbrarme a la luz del sol

–¿Donde estamos? – le pregunte confundida pero dentro de mi siento que había estado en este lugar antes, mire a Raúl y se me vino una imagen de él y yo sentados en la orilla del acantilado viendo el atardecer, derrepente se me vinieron muchos flash de mí y Raúl, cuando recién nos conocimos, nuestra primera cita, literalmente todo y en eso se me vino todo negro – Ra-úl – fue lo único que dije y luego me desmaye

Me desperté en una sala vacía toda negra y hay muchas imágenes mías y de Raúl pegadas por todas partes, en algunas estamos peleando pero en la mayoría estamos riéndonos o besándonos, pero la que más me llamo la atención fue una en la que hay muchos árboles a nuestro alrededor, allí esta Lucy, Marcelo, ¿porque esta él?, no comprendo eso, bueno también está el chico del hospital que tiene el cabello blanco y por último estamos nosotros dos en medio, Raúl me esta dando una rosa, ahora recuerdo, allí fue cuando me pidió ser su novia oficialmente

–Amor, despierta por favor, no me hagas esto otra vez, no me olvides – escuche una voz a lo lejos pero pude  darme cuenta que es de Raúl, luego  sentí unos brazos cargarme, fue en ese preciso cuando pude abrir un poco mis ojos – Dela, linda, estas despierta

–Si – le dije intentando apoyarme en algo, cuando ya estuve bien abrí mis ojos y seguímos aqui en el acantilado – pero no me digas así, mi novio te puede escuchar y me meterías en problemas – le sonrei, pero este solo bajo la cabeza – Raúl, ¿no te pone celoso? – me acomode bien y ya estoy más estabilizada

–¿Que me pone celoso? – me dijo sin mirarme, yo le di la mano

–Él chico me este coqueteando, ¿o ya no eres mi novio? – le dije sonriente, Raúl me miro con un brillo en los ojos

–¿Me recuerdas? – me dijo con un nudo en la garganta, yo  asenti mientras me salen algunas lágrimas al igual que Raúl – te extrañe, princesa –  me  comenzó a besar la cara

–Y yo a ti amor – le dije agarrando su cara y besandole los labios, es un beso lleno de pasión, es más que evidente que nos necesitamos uno al otro, Raúl me tomo y me apoyo en su moto – amor, luego me tienes que decir como me comporte – le comencé a quitar la camisa

–Claro, pero ahora, dejemos de hablar – me dijo quitándome la polera dejando mis pechos al descubierto mientras yo bajo mis manos y le desabrocho el pantalón, ya estando en ropa interior Raúl me tomo en brazos nuevamente – no sabes cuanto extrañe esto también – me comenzó besar los pechos yo solo sonreí, Raúl me llevo hasta una manta que hay en el suelo y me estiro

–Te amo – le dije antes de besarlo, Raúl me miro por unos segundos y luego me beso la frente con algunas lágrimas en los ojos

–Por algunos momento llegue a pensar que nunca volvería a escucharte decir eso – me dijo mientras me mira sonriente, yo le devolví la sonrisa nos miramos por unos segundos y comenzamos a reír