12 de enero de 2006
Querido diario hoy me levante muy feliz ya que después de ir a la escuela, hacer mi tarea y finalizar mis deberes en la casa podría practicar lo que la maestra de violín nos había enseñado el día de ayer. Mi madre observo cada detalle de lo que hacía y me dijo que tenía talento para ello. Apartar de ahora siempre ensayaría de las 4 a las seis de la tarde. Jamás me había sentido tan feliz al hacer algo que me gustara y que tenía que tener cierta disciplina.
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El diario de una violinista
Teen FictionEs la historia que cuenta la vida de una niña que cumple sus sueños y escribe cada detalle de lo que para ella es importante.