Capítulo 1 - Día a día

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No se cuando fue la primera de mis marcas, solo se que a partir de la primera yo me sentí de cierta manera liberado, mis padres no me entienden y no creo que lo hagan nunca, se que me escucho como el típico adolescente incomprendido pero es solo lo que siento...

-¡cariño!, baja sino no te dará tiempo de desayunar  - esa es la voz de mi mamá, me termino de arreglar el uniforme, tomo mi suéter y bajo corriendo, me siento en mi lugar de siempre y comienzo a comer. 

-amor ya me voy al trabajo, regreso por la noche - ese es mi papá, el sale antes que todos al trabajo, como a es costumbre solo se despide de mi mamá y yo nada.

- muy bien... terminas de desayunar y lavas tus trastos, yo me voy ahora y regreso en la tarde, al parecer tu primo viene al rato para que pasen tiempo juntos, te comportas - me dice mientras ella va saliendo de casa y yo me meto otra cucharada de cereal a la boca, escucho la puerta cerrarse de golpe y el auto de mamá en marcha, ahí es cuando me levanto y boto el cereal junto con el batido de manzana en el fregadero, disuelvo los restos con agua hasta que ya no queda mas.

Subo directo a mi habitación con rumbo al baño, me veo en el espejo y lo que veo no me gusta, demasiado pálido, esos horrendos ojos almendra y las facciones tan delicadas, todo o que veo en el reflejo es todo lo que odio, me odio, odio todo de esa carcasa que queda de mi antiguo yo, ese yo ya no soy yo, no después de "eso" . abro el gabinete que se encuentra detrás de mi espejo, cojo una de las navajas de afeitar que compre hace tiempo, veo como mi pálida imagen se refleja en la pulcra navaja, mi vista hace pequeños intervalos entre la navaja y mi muñeca, los recuerdos me comienzan a inundar su horrenda voz, su asqueroso toque en mi espalda y abdomen bajo, su voz susurrándome al oído y una imagen mía de cuando tenia 7 años.

No me doy cuenta cuando un pequeño hilo carmesí empieza a resbalar por mi muñeca, el dolor no lo siento, solo siento el toque de sus manos, una, dos, tres son las lineas que he dibujado en mi muñeca izquierda, comienzo a sentir una pequeña punzada en ellas y me detengo, me miro devuelta en el espejo y mi rostro se encuentra lleno de lagrimas, las paredes de mi baño son las únicas que escuchan mis sollozos, me apoyo de la puerta cerrada y resbalo lentamente por ella y dejo que las lineas carmesí sigan su curso por mi muñeca, no tarda mucho en coagular la sangre sellando las "lineas" que he creado, enjuago mi mano y me arreglo el uniforme, seco mis lagrimas y vuelvo mi vista por ultimas vez al espejo, me veo y toco el espejo, mi mirada esta perdida el reloj, suena para sacarme de mi trace, 8:00 a.m  es hora de fingir, toco mi rostro y pongo una sonrisa ante mi reflejo, mis ojos se ven vacíos pero a quien le importa mientras sonría. 


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Este por así decirlo es el capítulo piloto, la verdad no se si te agrade la historia pero desde hace mucho que quería subir algo así, no espero que a todos les agrade mi historia pero si te gusto a ti por favor regalame una estrellita y si gustas déjame un comentario, te lo agradecería de todo corazón.

Sin mas que decir te deseo una bonita noche mi lindo gatitolector y nos leemos pronto bye-bye.

Un último suspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora