Mi trabajo.

15 2 4
                                    

Llegué a mi puesto, yo me ubico afuera de una tienda de abarrotes, es pequeña y poco concurrida, está detrás de una parada de transporte público por lo tanto hay mucho ruido, está ubicada en el centro de la cuidad.

Saqué mi celular y comencé a escribir esto para matar el tiempo.

Mi trabajo, si es que lo podemos llamar así, es algo inusual, yo me alquilo para amar.

No amar de forma física y carnal, no vendo mi cuerpo, yo vendo ideas y emociones, es algo complicado de explicar, normalmente las personas que me buscan son aquellas que se sienten solas, que creen que no tienen a nadie, o que están tristes y necesitan un hombro para llorar, y en algunos casos, hay personas que no se aman a sí mismas y compran mis servicios para que yo lo haga por ellos.

Mi clientela es variada, llegan hombres y mujeres de todas las edades, claro, llegan después de haber tenido una decepción amorosa, o están en depresión, o por alguna otra razón.

Tal vez ahora te estés preguntando ¿Cómo puedo vender mi amor?

Esto yo también me lo he preguntado, ¿Cómo vender amor? ¿Cómo vender un sentimiento?

La respuesta no es nada fácil de explicar, te podría decir que el amor no existe y que solo es una reacción química y eléctrica que ocurre en nuestro cerebro gracias a un conjunto de glándulas, de hormonas, sustancias y neuronas, pero, ¿Cómo estar seguros que no es algo más?

Eso lo vas a descubrir si sigues leyendo esto, sólo te pido que no me etiquetes y que no etiquetes a mis clientes, ellos sólo son personas rotas.

Me alquilo para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora