Doctor Doblas- r.d.g - HOT

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No pude evitar sentirme avergonzada  y sentí el calor recorrer mis mejillas, después de unos segundos me soltó y escape un suspiro de alivio.

- Recuéstate un segundo aquí - Señaló el diván y lo hice son rechistar.

Se acercó lentamente a mí y me sonrió de lado.

- Tranquila ________, respira suave y continuo para hacerme más fácil oír el latido de tu corazón -

Obedecí y empecé a respirar, acción que me sereno al instante.
Con dos de sus largos dedos dio pequeños golpes en mi abdomen seguido de colocar el estetoscopio justo donde daba los golpecitos.
Me incomode de nuevo cuando llegó a mi vientre, y mi mente empezó a imaginar cosas indebidas y la verdad fue raro ya que nunca hago eso.
Su mano siguió hasta mi pecho y me sonroje, empecé a observar su rostro y me di cuenta que mordió su labio inferior.

- Puede bajar señorita Villavicencio -

Tome asiento y él empezó a hablar.

- En realidad... Percibí pocas inestabilidades en sus latidos, cosa que encuentro extraña después de lo que mencioné. -

- ¿Eso es todo? - Dije impaciente

- Por supuesto que no - Dijo en un tono de obviedad que me hizo sentir estúpida

- Disculpe... - Dijo algo arrepentido. - La próxima semana le haré un electrocardiograma -

- Está bien, ¿otra cosa? -

- No... Puede retirarse-

Abrió la puerta y me dejo salir.
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Regresé a mi casa y llame a mi hermana contándole que todo había salido bien, aunque la próxima semana tendría que hacerme un electrocardiograma y quizá unas analíticas.

- Me da gusto que no estés muriendo hermanita - Dijo en su tono alegre y burlón de siempre

- JA JA que graciosa - Dije sarcástica. - Mejor cuéntame cómo va todo con Mangel -

- Todo muy bien hermana... ¡No te he contado! - Dijo gritando

- ¡¿Qué cosa, coño?! -

- Este viernes es el cumpleaños de Mangel, será en un club del centro de Madrid y  obviamente tienes que ir -

- Si claro, hablamos después hermanita que tengo que trabajar -
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Todo transcurría a la perfección y así llegó el viernes...

Opté por ponerme un vestido negro con la espalda descubierta y cuatro dedos por encima de la rodilla.
Me pondría unos tacones en color plata y algunos aretes y anillos en el mismo color.
Traté de no llevar mucho maquillaje pero tampoco lucir informal, me planche el cabello y me rice solo un poco las puntas.

Después de un rato llamaron a la puerta y me encontré con el...

Las dejé en el salseo muajajaja... En fin, me ayudarían mucho votando y comentando, ojalá les guste la novela :3
Chau