17.

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Cuando la anestesia no era mas que una espesa bruma de somnolencia los recuerdos abarrotaron su mente como un torbellino, erizando su piel y alertando sus sentidos. Aún con la nebulosa del sedante dirigió sus manos a su vientre, buscando aquel bulto que lo había acompañado por ocho meses.

La desesperación y el pánico embargaron su ser al no sentir nada más que una inflamación en aquella zona, un escozor arropo sus ojos aún cerrados y las lágrimas amenazaron con salir. No quería abrir los ojos, porqué eso significaba afrontar la realidad, aquella donde -seguramente- perdió a sus bebés, en un vago intento por contener las lágrimas y escapar de la dolorosa realidad -que el mismo se implanto- se removió bajo las delgadas frazadas de la camilla de hospital y adoptó una posición de ovillo.

Mala idea

Un dolor lacerante inundó su cuerpo, partiendo desde el vientre hasta perderse por sus piernas y su columna, acompañado de un sollozo. La puerta se abrió y segundos después sintió unas manos guiándolo hasta volver a su posición inicial.

—Señor Kim, no haga esfuerzo, el corte esta muy fresco —indicó una dulce voz— Volveré en unos minutos con su esposo

La enfermera salió de la habitación dejando a WonWoo atormentarse con sus propios pensamientos, ¿que le diría a MinGyu? ¿Como reaccionaría ante la noticia de que perdió a sus hijos? ¿Y si lo deja? Una vez más, la puerta se abrió dejando ver a un MinGyu demacrado, por reflejó se hundió aún más en la incomoda camilla.

—Hola —murmuró con cariño el moreno— Gracias por todo, ángel

Jeon fruncio el ceño —¡Como puedes agradecerme! ¡Los bebés, yo los...

—Shh, no digas nada amor —Min se acercó hasta la camilla recostándose junto a su pareja— Ellas ya están bien...

—¿E-ellas...? —WonWoo no entendía nada..

—Si, fueron niñas —Jeon hundió su rostro en el pecho de su moreno— Tenemos dos preciosas niñas ¡puedes creerlo!

MinGyu sonreía con felicidad mientras su mayor lloraba, no había palabras que pudieran calmar el acelerado corazón de éste, la felicidad era grande al saber que tenía a sus dos bebés sanos y salvos.


—O—


Dos pequeñas niñas descansaban en las incubadoras con dos pares de ojos observandolas dormir. WonWoo aun incrédulo de que esos dos seres fueran sus hijas pidió cargarlas.

—No es recomendable, la mayor aún esta un poco débil por lo sucedido —Won mordió su labio.

—Por favor —pidió Kim— es la primera vez que mi esposo las viene a ver

—Bueno, sólo un momento —cedió a enfermera.

La mayor de las gemelas -por escasos veinte segundos- era la misma que había recibido el golpe, después de casi día y medio en observación la inflamación de su pulmón había comenzado a disminuir y en esos instantes se encontraba estable, fuera de peligro.

—Hola, mi amor —murmuró Won con una sonrisa a la pequeña niña— Eres preciosa, mi pequeña SooYun

MinGyu fruncio el ceño ante el nombre que había usado su mayor quien sólo se encogió de hombros con una sonrisa y la mirada pérdida de ternura en su pequeña niña, la cual comenzó a llorar con pequeños suspiros, despertando a su hermana que dormirá plácidamente en los brazos de Kim.

—Significa flor de loto, esas flores son bonitas y resistentes a cualquier mal —comentó Jeon besando la frente de la nena— Kim SooYun ¿No te gusta?

—Me encanta —respondió el menor golpeando con cariño la diminuta nariz de la bebé en sus brazos— A ti te gusta pequeña SooMin

WonWoo levantando la mirada al escuchar que el moreno llamaba a su niña con aquel nombre..

—Kim SooYun y Kim SooMin —comentó el menor mirando los ojos cristalinos del mayor— Me gusta.

Jeon asintió sonriendo mientras se dedicaba a mirar a sus dos pequeñas de piel un poco bronceada -no tanto como la de MinGy- pese a que nacieron antes, su tamaño era similar al de los bebés nueve-mesinos, y tenían unas adorables mejillas regordetas.

—Ángel... —llamo MinGyu— Levantare una demanda en contra de tu padre

Blessing    ~•[Meanie][Seventeen]•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora