Amor, amor, dime que nos pasó. Tan nuestros y a la vez tan distantes. Como gotas de lluvia, que al caer al suelo, desaparecen al instante. Tan rotos que solo nosotros podemos repararnos. Tan ingenuos que no nos damos cuenta. Si no eras para mi porqué me conquistaste, amor. Si no era para ti, quien mandó ponerme en tú camino.
Portarse bien para que no venga el coco, comer verduras para crecer fuertes -físicamente, por supuesto-, actuar bien para ser reconocidos, estudiar y trabajar duro para un buen futuro, sonreír a la vida que ella te sonreirá, fácil decirlo, ah. Tantas cosas nos enseñaron, y nadie nos enseñó del amor.
Nadie sabe decirnos después de esto que vendrá; nadie puede resolvernos la duda que tantas noches no inquieta. Nadie supo decirnos porqué nosotros y no otros; nadie puede contestar a porqué todo tiene un fin.
Lo que nadie nos enseñó, dicen, pues para esas cosas no hay respuesta.
¿Tal vez si hubiéramos sabido de este final, no hubiera habido un principio? No, tal vez no. Tal vez hubiéramos creído ser fuertes para echarle el valor a cambiar el destino. Tal vez a veces nos creemos poderosos sobre los sentimientos y sobre el amor. Nunca lo seremos. El amor va y viene sin quererlo, sin controlarlo. Sin poder decir basta, sin poder decir quiero, pasa o no pasa, con aquel o con el otro; cuando menos te lo esperas, pum, te coge sin quererlo, te arrastra a sus adentros.
"-Yo nunca sufriré por amor, vaya tontería", "-Yo nunca tendré novio", decía. "-De mayor viviré solo con mis gatos", creía. "-Enamorarme, buff... ¡menuda tontería!". Los niños, que ingenuos, y pensar que fuimos ellos. Pensábamos poder controlarnos, acabamos siendo esclavos, de aquello que algún día negamos por completo, de aquello que nos rompió los esquemas y ya, ya no hay vuelta amor.
Esto va para ti, amor; para mí, también, a ver si entre versos me encuentro, como un día creí hacerlo entre tus besos; a ver si entre letras lo escribo y consigo, recuperar esto que me mata a cada momento.
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Lo que nadie nos enseñó sobre el amor.
RomanceAmor y saber amar. Hay cosas que nadie nos puede enseñar. Y a veces duele descubrirlo por ti mismo. A veces lo único que quieres es conseguir deshacerte de todo ese mal que deja, olvidarlo para siempre, olvidar todo lo que has sentido y queda por se...