1.- La propuesta.

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Ryan y Sara llevaban 2 años de conocerce – desde que Ryan se cambió a la secundaria en la que iba Sara– y aunque era poco tiempo... Ellos eran mejores amigos.


«...»

Por los santos Josias Tobías y Jodías, ¡Vamos a llegar tarde a nuestro primer día de preparatoria!— dijo Sara con desesperación.

—Admitelo, amas mi impuntual forma de ser.

—Claro, sigue pensando eso my darling— dijo Sara con sarcasmo — ni que fueras Di Caprio para amarte.

—¿Sigues con esa obsesión hacia Di Caprio?.

—Con una fregada, ¿En que te molesta? — Al decir esto, Sara arrugó la nariz y continuó —yo nunca te digo nada por tu obsesión hacia Isis.

—¡Hey!— dijo fingiendo enojo, —a ya se que te pasa nena... tu me amas y estas celosa de Isis.

Isis era muy buena amiga de Sara. Y Ryan siempre le decía cosas como “we, presentame a tu amiga” y Sara siempre respondia con cosas como: “wey, tiene novio” o “no es tu tipo”.

—Parfavah— miro su reloj —estupido, llegamos tarde a la escuela, idiota.

Ambos se subieron a sus bicicletas y se dirigieron rápido a la preparatoria.
Cuando llegaron estaban a punto de cerrar las puertas y se acercaron a su salón.

—Buenos dias— Dijeron al unísono.

—Justo a tiempo— dijo la profesora —pueden presentarse primero.

—Hola, yo soy Ryan Josue Mendez Jaquez, tengo 16 años y... —diciendo esto jaló a Sara cerca de ella —Y ella es Regina Sara Torres Gutierrez tiene 15 años y es alérgica al maní.

<<Estupido, Estupido, Estupido>> pensó Sara.

«...»

Llegó la hora del receso después de una rutina ardua de clases.

—Estupido, me avergonzaste horrible, idiota— dijo Sara, con ese tono que volvía loco a Ryan.

—¿Por que?— respondió —espera, ¿Por presentarte tan sensualmente en clases?.

—Si no fueras mi mejor amigo, te habría matado desde hace ya mucho tiempo.

—¿Me amas? Lo se— dijo Ryan, pícaramente, lo cual volvía loca a Sara.

Se dirigeron a la cooperativa.

—Sara, agarrame esto— dijo Ryan.

—¿Que te agarro? 7u7 — dijo pervertidamente Sara.

—Wey, no es tiempo de alborotarse, agarra mi mochila. Iré al baño.

Sara, como todo buen mexicano, era malpensada, demasiado, y Ryan le seguía la corriente.

—Claro ya sabia.

Ryan se dirigió al baño, etcétera, mientras a Sara la atendía “Doña Blanca” la señora de la cooperativa.

Amor De OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora