Londres

los días pasan (parte 2)

-Estas muy bella, lástima que no fui yo el que te pudo admirar toda la noche- dice penoso y triste

-Fue así porque tú quisiste, desde que Amanda está contigo me ignoras, llegas muy tarde y me encuentras dormida o te vas muy temprano y me dejas dormida, tenemos aquí nada más dos semanas y ya vamos mal David, te recuerdo que nos vamos a Venezuela en una semana para Navidad, no hagas que dude de todo esto- sigo señalando a mi alrededor y camino hacia el- Te amor y quiero que esto funcione, no salgo, me la paso en la casa y tú mejor que nadie sabe que me gusta salir, arreglarme, sentirme bonita y metía en ese departamento todo el día no me gusta, no quiero perderte ni que esto termine pero necesito que estemos juntos siento que te estoy perdiendo, que ya no te gusto- sigo triste y bajando la cara para ver mis pies

-Pequeña, mirame- dice levantando mi cara lentamente- eres lo mejor que me ha pasado y no quiero perderte, te amo demasiado, solo que he pensado que no quieres salir conmigo a mis reuniones del restaurante que te aburriras, es lo que no quiero y hoy viéndote así vestida me doy cuenta que me equivoqué que tu quieres pasar tiempo conmigo como yo contigo. Te amo nunca lo dudes y no se me olvida que nos regresamos en una semana a Venezuela y luego vamos a buenos aires- dice abrandome y viendo mis labios- como puedes decir que si ya no me gustas, eres hermosa y tienes el mejor cuerpo que allá visto pequeña, eres mi pequeña y no te quiero perder- dice besando mis labios- dios, sabe cuando extrañe tus besos- dice volviendo a besar mis labios- ese vestido suelto y con escote va sin sostén, no es asi?- dice viendo mis ojos- yo solo asiento- Dios, tendrás locos a los hombres del restaurante- dice en mi oído- yo asiento y me río bajito- y te ries pequeña

-yo me arreglé así para ti, no es mi culpa que me dejarás mal como te has acostumbrado aquí en londres- digo mirándolo

-perdona pequeña, ya a partir de hoy será distinto. Mañana es viernes y no tengo nada para el fin de semana, soy todo tuyo. El lunes y en la semana tengo algunas reuniones y puedes venir conmigo si quieres, y ya el sábado nos regresamos a Venezuela- dice y me besa

-Me encantaria ir contigo amor- digo y lo beso

El beso poco a poco fue subiendo de temperatura y el me metió la mano dentro del vestido que llegó a mi tanga y me la arranco

-David!!!- estamos en plena calle

-Subamos entonces, hemos perdido mucho tiempo- dice colocando una mano en la parte baja de mi espalda y cambiando hacia el ascensor

Apenas llegamos al departamento fui al cuarto a quitarme los tacones, la Caquetá y el vestido, y en eso entra David con dos copas de vino

-Para brindar por el fin de sem....- dice entrando cuando me ve totalmente desnuda- brindó por la novia más sexy del mundo- dice sensualmente

Poco a poco se va acercando a mi y comienza a besarme los hombres, luego el cuello y los labios

-David, deja que me ponga una camisa. Quiero comer torta de la que prepare en la tarde- digo poniéndome un vestido de estar en casa pero sin nada de ropa abajo, tono la copa de vino que me ofrece y salgo del cuarto

Al entrar a la cocinó me agacho y y saco la torta, en eso entra David

-Que buenas vistas- dice riendo

Yo solo saco la lengua y sirvo para mi un buen pedazo de pastel

-Quieres?- digo comiendo

-Si, por favor- le sirvo en su platico

Cuando termino me doy cuenta de que David casi no a tocado su pedazo, pero no digo nada me levanto guardo la torta lavo y recojo todo

-pequeña, espera- dice agarrando mi mano

Y voy hacia el y me monta delicadamente enzima del fogón de la cocina y me besa los labios, en un descuido me quita la blusa y quedó totalmente desnuda delante de él. En eso el toma su torta y se coloca entre mis piernas a comerse la torta, con una cucharada pica un pedazo y se lo come, hace el mismo procedimiento varias veces hasta que sólo le queda un trozo y este sin querer se le cae en uno de mis muslos y deja el plato en el fregadero y con sumo cuidado me chupa el muslo y se come el último pedazo

-La torta estaba deliciosa, pero más lo estás tú pequeña- dice y besa mis labios

Después de eso yo ya perdí el control, le quite la camisa y me baje del fogón para quitarle los pantalones y el boxer, cuando estábamos totalmente desnudos sentía su gigante miembro erecto en mi estómago, yo le abro las piernas con cuidado para que sus dedos pasen por mi intimidad

-Estas tan mojada pequeña- dice en mi oído- y casi tengo un orgasmo

-david... Montame en el fogón por favor, ábreme las piernas y házmelo duro

David y yo hacemos el amor de una manera muy exigente, el me complace a mi y yo a él. El es el único hombre que me ha tocado de esta manera. Luego de esas grandes penetraciones siento que algo demasiado desconsolador se acerca

-Bebe.... Ya casi no.... No puedo..... Ahh- digo jalando su cabello y pegandolo más a mi

-Pequeña... Deja... Déjate ir- dice en mi oido y esas palabras hacen que tenga un gran orgasmo- Te amo

-Yo también te amor- digo sonriendo

Entonces me besa de esa manera tan especial en la que pienso que en solo me ama a mi y sólo existo yo en su mundo y yo lo miro de una manera muy especial

-Me encantas pequeña, eres la niña que vino a cambiar mi mundo- dice en mi oido

- y tú el que vino a demostrar como es el amor realmente- digo mordiendo su cuello- vamos a bañarnos

El sale con cuidado de mi y me lleva cargando al cuarto, con cuidado me deja en el suelo y yo voy agarro un boxer para el y un cacheteros con un top para mi

Entramos al baño y nos bañamos entre mimos y caricias, poco a poco la temperatura fue aumentando y tuvimos nuestro segundo round en la bañera.

Luego de un rato de estar tirando en la bañera, me levanté me termine de lavar bien y salir del baño

-Ehhh, a donde vas?- dice sorprendido

-A dormir, estoy cansada amor- digo secándome el cuerpo

-Dale- el se levanto y se término. De bañar- no me trajiste ropa?- pregunta mientras ve que me pongo mi cacheteros

-Si- digo y le lanzó el boxer

-Gracias- dice y besa mi hombro, mientras yo me pongo el top- pero no tapes las vistas- dice riendo

-Vamos a dormir- digo bostezando

El me saca saca del baño jalandome por una mano y nos acostamos, muy abrazados como teníamos tiempo sin hacerlo

-Te amo pequeña, nunca lo dudes- eso fue lo último que escuche antes de quedarme dormida