Siempre junto a ti

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Es mi primer lemon así que tengan compasión

La guerra contra Aizen y sus Arrancars había terminado, todos estaban a salvo pero... ¿a qué precio? Ichigo había sacrificado sus poderes con el único propósito de proteger a sus amigos y a su familia, aunque ahora en el estado en que se encontraba no podía ni protegerse a sí mismo. Pero Ichigo no tenía de qué quejarse, él ya sabía las consecuencias de sus actos y él mismo se había autoimpuesto el deber de proteger de sus seres queridos aunque esto le costara la vida, y en este caso sus poderes, a muchos de sus amigos, en especial a Rukia y Renji.

Los días pasaban aburridos y sí que extrañaba a la enana, ja, si ella estuviera ahora aquí le diría que parece un llorica y un debilucho. Cada día la misma historia: levantarse, pelear con su padre, desayunar con sus hermanas, ir a la escuela, regresar a casa, hacer las tareas, de vez en cuando ir al trabajo con Ikumi y dormir; ah y por cierto, ver como sus amigos iban a luchar con los huecos y sentirse como un completo inútil. ¡Qué irónica es la vida! El que juró proteger, solo puede observar.

Ya había pasado un mes desde que dejó de ver a Rukia, esa tarde llegó temprano a casa pues no tenía entrenamiento con el equipo de fútbol y tampoco trabajo. Al llegar saludó, pero nadie le recibió, recordó que su padre tenía que ir al hospital Ishida pero no sabía el porqué de la ausencia de sus hermanas, fue a la cocina esperando encontrar a Yuzu pero solo vio una nota sobre la mesa la cual leyó esperando conocer el paradero de sus pequeñas hermanas.

"Onni-chan,

Fuimos a la casa de una amiga para hacer un trabajo y de paso su madre nos invitó a pasar la noche ahí, perdón por no haberte preparado algo de comer estamos seguras de que podrás cocinar algo.

Con amor,

Yuzu y Karin."

Bueno al menos no tendría que decepcionar a Yuzu pues hoy no tenía apetito, realmente estaba tan deprimido que ni siquiera se dio cuenta de un presencia que lo observaba con fascinación desde la sala de estar. Pesadamente subió las escaleras para dirigirse a su habitación, tenía la casa sola para él ¿qué podría hacer?... Decidió darse un baño, lentamente se fue despojando de su uniforme para ponerlo en la cesta de la ropa sucia y se metió a la tina, el agua estaba en su punto adecuado y soltó un suspiro satisfactorio, hacía demasiado silencio, ya extrañaba el bullicio que solía haber en su casa, se levantó y su dirigió a su ropa para tomar su celular y poner algo de música. Regreso a la bañera y se recostó cómodamente en la misma, cerrando los ojos para poder relajarse y sin esperarlo se quedó dormido.

Todo estaba oscuro, no se podía vislumbrar nada en la lejanía, dudoso el peli naranja comenzó a caminar por ese tétrico escenario hasta que llegó al lugar en el que aparecían varias tumbas y leyó los nombres inscritos en ellas: Yuzu, Karin, Orihime, Ishida, Sado, Keigo, Mizuiro y Tatsuki, entonces se sumergió en la desesperación, de las tumbas emergieron las figuras brillantes de sus amigos mirándolo con tristeza y enojo.

- Onni-chan – comenzó Yuzu - ¿por qué?

- Ichi-nii – dijo Karin mirándolo con lágrimas en los ojos – te odio.

-Kurosaki-kun... ¿por qué no nos ayudaste? – Orihime se vía decepcionada pero a qué se refería con eso

- Como siempre lo pensé Kurosaki – dijo Uryu acomodándose las gafas – Eres un desgraciado como todos los shinigamis.

-Ichigo – dijo Chad sin siquiera mirarlo a los ojos – No debimos confiar en ti.

- Ichigo – dijo Keigo serio – Yo siempre te consideré un héroe.

Siempre junto a tí - Aizen X Ichigo (Lemon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora