Confesiones Intimas

SCD10

-Yelitza, te gusto el desayuno- claramente pronunció mi madre, frente al plato de huevos revueltos, que había ya servido

-Hija! Hoy es tu primer día de Universidad, después de todo - dijo mi padre a lo que compartió con mi mamá una mirada triste  

- Pero no importa no sabes que contentos y emocionados estamos por ti- dijo mi madre al instante, para que no hubiera ambiente de melancolía 

Y al girar mi rostro podría ver a mi hermano sentado, tomando su jugo de naranja fresca que mi mamá le había preparado, Cuando de repente sonó la puerta de mi casa y madre salió a atender 

-NOOO!! AUXILIO! - se escuchó en toda la casa un enorme grito desgarrador, acompañado por varios disparos

Todo ocurrió muy rápido, mi padre se levantó y tomo una arma, su favorita, intente mantener la calma por mi hermano, que traté de tomarlo de sus manitos, pero todo se desmoronó al ver a mis padres siendo arrinconados por hombres vestidos totalmente de negro, pero con un escudo muy extraño en sus camisetas.

-Alex! Déjanos en paz, tu lo prometiste - dijo mi padre con sus brazos hacia atrás 

-Ya debes de saber Fernando que en este mundo no es posible vivir tranquilo - dijo él tal Alex casi escupiendo en la cara a mi padre 

-Dejalos! no lo escuchaste - escuche ese sonido y al notar que todos giraron a verme, supe que esas palabras las había dicho yo 

-Mira ¿Quien tenemos aquí? debes de ser Yelitza, como has crecido, tu debes de ser SCD10 veamos que tienes - dijo ese hombre, al girarse pude ver que tenia ojos grises y profundos 

-A ella no la metas - dijo mi madre 

-Vamos Amanda! antes eras más divertida, veremos que tiene de bueno tu creación  de diferente - dijo, tomándome de las manos para que me levantará del suelo 

-Suéltala! - dijo mi padre y se levantó a lo que de inmediato Alex, reaccionó disparandole en el pecho 

-FERNANDO! - dijo mi madre acercando al cuerpo sin vida de lo que fue mi padre, en mi ser se creó una inmensa furia, pero estaba paralizada no podía reaccionar 

-Amanda, Querida Amanda todo esto se hubiera evitado si tan solo la hubieran entregado, cuando se lo pedimos, tu y tu marido eran grandes científicos pero cuando se ponen en contra de nuestra organización suceden cosas feas - dijo Alex acercándose a mamá 

-Ella no es como los otros, ella ama, siente y piensa por si misma - dijo mi madre con lagrimas en los ojos 

-Eso lo veremos, Vamos! nos hemos llevado mucho tiempo, se acabó la conversa - dijo 

Dos hombres de su lado se alejaron de él, para acercarse a mi para tomarme de la manos, pateaba sus cuerpos corpulentos pero ni se inmutaban, otros hombres tomaron a mi hermanito de los hombros y lo metían en un auto 

-Déjalos! ellos son inocentes, no tienen la culpa de tu estúpida creencia ni la de los superiores - dijo llorando mamá

-Hay Amanda, si te escucharan se decepcionarían de ti - dijo Alex 

Hasta ese entonces los hombres que me sostenían estaban llevando a otro auto totalmente negro, a lo lejos oí un disparó y un grito, lo peor sucedió 

Pude sentir que los hombres me inyectaron por la espalda una sustancia de color morado ocasionando que en mi se produjera un enorme cansancio, permitiendo que mis pupilas se cierren. 

Me levanté sobresaltada con mucho sudor en mi frente, ese sueño que lo tenía todas las noches en donde mi familia se desvaneció, no me dejaba dormir, levante por inercia mi cabeza y al notar que la habitación era de color blanco y no beige como lo era la mía y al entrar una mujer gritando 

- APDX10! LEVÁNTATE, es hora de entrenamiento, con voz áspera y autoritaria 

Entendí que el "Sueño" era ahora mi realidad,  la más inhóspita y contumaz "Realidad"