Cruz de Diamantes

*TRES*

-Hola,mis queridos reyes de Salisbury, seguramente no me esperaban ¿no es verdad? pero creo que ha llegado la hora de cumplir cierta deuda que tenemos-

El rey que apenas podía hablar le dijo:

-Eso es cosa del pasado y...y no creo que es hora para hablar asuntos que ya a han sido olvidados-

-Tal vez para ustedes pero para mi ni para mi esposo o acaso ya han olvidado sus ultimas palabras porque yo no y créame que no lo olvidare nunca-

-Salga de aquí no tengo porque escucharla, salga traeré a mis guardias y la sacare de aquí aunque sea por la fuerza-

    Le dijo el rey mientras su esposa ya estaba hecha un mango de nervios

-No pierda su tiempo mi querido David, ni ellos ni nadie va a hechar a perder todo lo que me he propuesto -

   Riendo dijo la reina de la oscuridad mientras iba y venia por toda la estancia 

-¿y que se propone?-

-El fin de todo su reino, en poco tiempo todos absolutamente todos quedaran paralizados y nadie podrá ayudarlos nadie, nadie-

     Ya no era risa la de esta cruel reina si no carcajadas que bien podrían oírse a largas distancias y así continuo hasta que se retiro sin poder los reyes decir una sola palabra mas.