El sacrificio

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Lo que más duele es que me voy fumando la dignidad de a poco. Si antes quería hacerte, hoy me conformo con verte.

Me doy cuenta, sí lo sé...

Ya me canse de escritos y versos melancólicos... creo que deben ser las últimos. ¡Sí, estoy convencido de eso! pero...  trato de guardar un poco de compostura, me miento, me lamento, fumo un cigarro y me digo que la vida en bella y es verdad... 

Y así con el ánimo mejorado me vuelvo a guardar y después de un rato; la gran verdad: No hay nada que hacer, me sacrificaste o me vendiste en el mejor de los casos. ¿Fue premeditado o 
ventajoso?.

Sí, me voy. Ya esta decidido, pero no cuando tu quieras.... ni cuando yo quiera; pues muy a mi pesar aún no puedo. Será cuando deba de ser. 

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