LA VERDADERA HISTORIA DE CLASH OF CLANS

DÍA 3

Llego una nueva chica que se integró a nuestro grupo, se llama Alena y viene de Bielorrusia. Parecía muy contenta al vernos, llena de esperanza e ilusión a saludar a todos los del grupo con muchísimo entusiasmo.

Rápidamente se puso a trabajar, es una chica bastante animada y muy bonita con los ojos de color azul claro el cabello negro como el vacío y la piel mas blanca que las paredes de nuestro laboratorio.

Ella y Alexander se llevaron muy vien desde el principio, Vladimír tiene una opinión muy breve respecto a ella, yo le dije: que te parece la nueva? Y el solo respondió: me la comería hasta los huesos.

Nuestro suero estaba practicamente terminado, Ivan llego y nos pregunto si estabamos listos para probarlo.

Yo dije que si en nombre de todos pero lo que pasó realmente no me lo esperaba.

En la camara de gas donde lo probaríamos no puso un pedazo de carne de cerdo para ver si quemaba la piel al instante como todos asumimos que pasaría, un hombre blanco delgado y alto hablando en francés fue arrojado a la camara de gas desde la compuerta y empezó a gritar desesperadamente asumo que implorando que lo dejemos vivir.

Todos nos quedamos callados, Ivan presionó el voton con una aterradora sonrisa de satisfacción en la cara y dijo: ese hijo de puta era un agente encubierto enviado por el gobierno francés para conseguí información acerca de nuestro armamento y nuevos proyectos.

Sobre el cayó una nube de gas espesa de un tono anaranjado rojizo y comenzó a gritar de dolor mientras su carne se quemaba, su piel parcticamente quedo calcinada y cuando dejo de gritar se empezó a inflar hasta que luego de dos minutos exploto en una lluvia de estrañas sangre y pedazos de carne quemada.

Ana y Valentina estaban llorando, Alexander se quedo callado viendo fijamente la camara y Alena estaba temblando.

Vladimir tenía una sonrisa macabra dibujada en el rostro mientras contemplaba aquella atrocidad y despues de que ese pobre hombre exploto empezó a aplaudir con entusiasmo, Ivan empezó a reír de forma satisfactoria y enferma.

Después dijo: Fue perfecto, mucho mejor a como lo esperaba.

Luego de ese día nos asignaron un nuevo proyecto, un suero experimental que llamaron salto.