Mi día comenzó como cualquier otro con mucho ruidos,por parte de mi compañero de departamento llamado Luke ,es un idiota pero lo quiero. Nuestros padres se conocieron en un crucero hace años desde entonces son muy amigos pero debido a la diferencia de países no logré conocerlo hasta antes de mudarme a Estados Unidos ya que antes vivía en mi bella Australia pero por motivos de estudio tuve que viajar a este país, en ese entonces mis padres me sugirieron que para ahorrar dinero viviera con el hijo de sus amigos y así fue como conocí al idiota y mujeriego de Luke.
Con sinceridad de lo único que me podría quejar es de las veces que trae chicas para hacer el acto llamado placer, pero a pesar de eso nuestra convivencia es amena, cada quien hace lo suyo. Por lo general suelo bañarme primero, ya que él suele demorarse muchísimo en la ducha, hoy no es la excepción a eso,entro al baño para tomar mi respectiva ducha. Luego de eso ,sucede lo que cualquier ser humano normal haría.
Por las mañanas suele darme mucha hambre pero hay un pequeño problema la cocina no se me da muy bien; una vez lo intenté el resultado de eso fue casi quemar el apartamento ,en ese momento me sentí muy culpable pero Luke me tranquilizó, en ese instante él simplemente dijo que los accidentes ocurren. Desde ese entonces cocina él
__Luke saldré un momento, desayunaré afuera le grité ya que él estaba en la cocina
__Estaba bien te espero, no llegues muy tarde.-dijo con una notable preocupación
Teníamos esa costumbre de que cada vez que uno salía tenemos esa costumbre de avisar solo por precaución y al momento de estar por llegar al departamento solemos llamar al otro para que la otra persona no se desvele por esperar. Aprovechando que era mi día libre de la universidad saldría, ya que esta semana había sido muy pesada, desde el lunes tenía planeado ir al parque y caminar un rato.
Como Luke estaba ocupado, tomé un autobús, el mismo demora pocos minutos en llegar, una vez que pago mi respectivo pasaje, busco un asiento y encuentro uno vacío. Una vez sentada busqué en mi bolso los audífonos de mi teléfono para hacer más apetecible el viaje ,no pasaron ni 10 minutos cuando me di cuenta que ya estamos cerca de mi destino.
Estando en el parque logró observar una infinidad de cosas que me resultaron muy gratas, la simpleza de la vida siempre logra sorprenderme, las mariposas volando sobre las flores frescas o personas paseando con sus mascotas, otras estaban disfrutando un tiempo ameno con sus hijos solo de imaginarme lo estresante que debe ser tener que convivir con un ser más pequeño que yo me da jaqueca. Es decir no es que no me agraden los niño, al contrario me resultan muy lindos siempre y cuando no sean míos, de cierta manera admiro a las personas que tienen hijos porque puede llegar a imaginar lo complicado que es.
Aún recuerdo cuando mis padres me dijeron que iba a tener una hermana, en ese momento no supe qué decir porque tenía una mezcla de emociones entre alegría y tristeza. Para un niño resulta difícil al principio el asimilar que vivirán con alguien más. Ahora simplemente me río de ese pensamiento porque amo a mi pequeño monstruo de cabello alborotado que solo tiene 16 años, con mi hermana nos llevamos 3 años. De los familiares que más extraños es a ella, solíamos platicar mucho cuando vivía en Australia.
Despejé esos pensamientos de mi mente en cuando noté que la melancolía quiso invadirme, moví la cabeza para concretarme únicamente en el paseo y así lo hice hasta que noté algo alarmante ,un chico estaba llorando en una banca. Decidí acercarme por inercia en ese preciso momento no sabía que ese acontecimiento podría cambiar parte de mi vida.
__¿Te encuentras bien? — le dije a aquel joven de tez blanca y cabello castaño
__Eso no te importa.- dijo con un notable tono hostil
No lo había notado hasta que me acerqué a él ,pero al parecer aquel chico tenía cicatrices en los brazos
__No deberías tratar así a quien te quiere ayudar.- No quiero tu ayuda — mencionó para luego levantarse y caminar
__No te irás así de fácil grité inconscientemente para luego tomarlo del brazo
Pero lo que no calculé fue que había usado demasiada fuerza por lo cual como dijo nuestro querido Isaac Newton toda acción tiene una reacción, bueno pues la reacción fue que ambos cayéramos en una posición algo extraño por no decirlo de otra forma.
Cuando el chico de nombre desconocido despertó de su aparente estado de schock me movió de manera algo brusca para poder separarnos. No voy a negar que la situación era algo incomoda pero tampoco era para que me tratara así. Una vez que él se levantó procedió a limpiar su pantalón.
__Oye,¿ me pretendes dejarme tirada aquí ?, ¡es una maldita broma!
__No fui yo el maldito loco que persiguió a un desconocido — dijo con una sonrisa que contenía un obvio sarcasmo
Al darte por vencida sabiendo que no iba a mover un maldito dedo por ayudarme solo me paré como pude ya que debido al impacto de la caída me había raspado la rodilla no voy a mentir dolía como el demonio pero no me mostraría débil ante aquel chico, a pesar de que es muy esquivo tenía que ayudarlo.
__Chico seguro que ¿estás bien?— se lo volví a preguntar porque sabía que había algo mal con él, no lo sé tal vez mi instinto me lo decía
El chico de nombre desconocido volteó nuevamente y si te lo digo ¿ dejarás de molestarme?
__Lo prometo dije con una sonrisa
Él hizo alusión a que nos sentáramos en una banca que había cerca de un hermoso árbol, solo asentí con mi cabeza indicándole que estaba de acuerdo con dicha propuesta. Era mejor hablar en un lugar tranquilo.
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Alice
RomanceEn ocasiones creemos que una pareja puede salvarnos, pero no es así, el amor no puede curar nuestros problemas emocionales, o eso le dije Alice a Will. Conoce la historia de estos dos grandes personajes Alice y William, ambos con grandes matices, y...