I. Bench Park

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                                                                                                                                  Park Bench, May 1998

 Verano es de las estaciones del año, que normalmente uno ama y odia, esa relación y atracción entre esos sentimientos durante esta época del año no solo se viven con las hormonas de jóvenes corriendo por doquier, Oh si!, verano…

 No se que tenga de divertido, si solo es estar de fiesta, adolescentes creyendo que se pueden comer el mundo de un bocado, amor a primera vista, decisiones que 9 meses después se convierten en un estilo de vida tras una noche realmente inolvidable y llena de alcohol o tal vez la verdadera razón sea la playa abarrotada, bikinis, música y una buena bronceada… Quien quiere eso?...

 “Que no es el sueño de todo adolescente casi adulto?”… si bien, Jacky Tenía razón, no debería estar pensando como si fuera un abuelo de 35, sabias palabras de mi querida vecina, quien no perdió la oportunidad de invitarme a una de sus tantas fiestas a las que asiste desde que salió de vacaciones.

 Porque no aceptar?  Si apenas tienes 20 me decía mi angelito en el hombro izquierdo (puede ser que haya sido el demonio de las fiestas en mi interior) pero la pregunta era ¿y hoy donde es la fiesta? La respuesta era sencilla Park Bench, claro como no lo pensé, un lugar lleno de arboles enormes y claros en el medio, indudablemente el único requisito era querer divertirse sin responsabilidad alguna. Qué es eso?

 Guitarras, tambores e instrumentos que mi ignorancia no me permitía saber cuáles eran ya se encontraban ambientando la fiesta, fogatas, casas de campaña y por supuesto Jacky con el corazón en ella. Así es ella, una simple chica que vive con su madre (soltera) quienes han tenido que esforzarse de mas para poder mantenerse como la pequeña familia que son.

 En un principio jamás habíamos pasado de el típico hola! En las escaleras del edificio donde vivimos, sabia por su hermano menor que estudiaba y trabajaba, pero desafortunadamente la fiesta era el imán de sus desvelos, esa mañana en la que se había quedado dormida en las escaleras  fue muy divertido, mientras intentaba ayudarle a su casa, cargándola del medio de las escaleras en el segundo piso al departamento #5 del 6to piso, ella en su hermoso mundo en el que se encontraba en ese momento, fue ella capas de confesarme su intenso amor y deseo sexual de estar conmigo, sentir mis caricias, besos y oler mi aroma, no sé si me impresionaba saber que era el dueño de su corazón, existir y persona o simplemente que me hubiese gustado llamarme Richard para poder ser realmente la persona de quien hablaba.

 Entre confesiones y ese aroma a vodka logre llegar con ella a su departamento que afortunadamente estaba vacio ya que su mama se encontraba trabajando y el pequeño Ryan se encontraba en la escuela, pudimos entrar sin inconveniente alguno, esperar a que se duche, mientras preparaba una fuerte y deliciosa taza de café.

 “no debiste, estoy muy apenada y agradecida” repetía Jackie con unos ligeros tonos rojos en las mejillas. Yo solo le decía que no había problema que en algún momento tendría la oportunidad de ayudarme,  una delicada pero linda sonrisa se asomo por sus rostro mientras bebía el café.

 De ser yo creo que ni al primer escalo podría llegar, comente en un intento de olvidar la situación, Jackie muy amable en todo momento, se presento oficialmente, comentándome que sabia quen era yo, el chico del #4, 3er piso, siempre veo que salgas para ir a tu trabajo. A veces me gustaría tener un trabajo como el tuyo, repetía para si misma.

 En un intento por convencerla de que seguramente el de ella era mucho mejor que el mío, ella solo atino a decir que su trabajo podría ser fácil, y aunque el sacrificio de estudiar valga la pena, a veces no era fácil de entender, pues la doble moral de la sociedad lo veía como algo vulgar y grotesco, pero alguien tiene que hacer el trabajo sucio (su frase de confortación) además no cualquiera se atreve a ser así… pues la gente una vez que te etiqueta, por más que avances y mejores, siempre serás una Prostituta.

 Por alguna razón jackie había entrado a ese negocio de cual por cuenta de ella llegue a saber que era difícil salir una vez adentro, e incluso que ahí se hacía buen dinero, pues a final de cuentas todos los hombres son iguales, esta frase tan utilizada por la féminas, era entonado con un poco de desprecio, tal vez odio, coraje e ira. 

Su única distracción eran las fiestas, en las cuales podía perderse por días enteros sin remordimiento algún, pues a final del día, con dinero en la mano, Jackie llegaba a casa con alimentos para los tres.

 Desde donde me encontraba era fácil ver todo lo que acontecía en ella, jamás creí divertirme tanto entre copa de wishky y vodka, mi pequeña vecina me detallaba cada parte de su vida, esos momentos que te cambian la vida y algunos que jamás olvidaras, amante del cine, y enamorada por naturaleza, esa noche de fiesta entre nosotros dos surgió una hermosa amistad de que se ninguna será igual.

Jacky's Theories, Love Songs (Las Teorias de Jacky, Canciones de Amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora