4 de octubre de 1983

25 0 0
                                    

Siempre me ha encantado observar las nubes, antes solía verlas con mi madre admirando cada detalle con mucha claridad acostadas en el césped tomando una deliciosa taza de té tibio y al mismo tiempo le contaba lo que sucedía en la escuela.
Ella murió hace 4 años y desde entonces he sido muy cortante con las personas y no he tenido muchos amigos, perdí mucha confianza con mi padre y nunca podemos entablar una conversación sana y sin sacar algún tema deprimente. A mi hermano le costo cierto tiempo superarlo a pesar de su corta edad.
Por fin hemos aterrizado, el viaje se me hizo más eterno ya que nos mudamos de país además porque estaba rodeada de desconocidos; una señora no muy grande iba sentada al lado de mi, estaba vestida con un vestido floreado que resaltaba su figura y maquillada de una manera altamente delicada. Al ir bajando del avión mi hermano venía diciendo mil cosas que hará viviendo aquí en Bélgica, mientras que mi padre y yo buscábamos nuestras maletas en la cinta de equipaje, y a la vez observo a toda la gente de este país.
Pienso que debería estar igual de emocionada que mi hermano aunque solo prefiero ver este cambio a mi modo.
Nunca me imagine vivir en una casa tan pequeña y bonita; cortinas limpias, piso remodelado y cuartos recién pintados. A pesar de que solo somos 3 normalmente comparto habitación con tommy y siempre dormimos bien aunque a veces me despierto a mitad de la noche por pesadillas que me han torturado por mucho tiempo. Mi padre dice que duerme bien pero de repente también lo veía despierto por las noches pero nunca pasaba esos ratos con él.

El arte de ser quien soyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora