Haces dos meses, mi madre antes de morir me regaló una pluma antigua y varias hojas de papel. Nunca supe para que las utilizaría, pero luego, en esas hojas pude escribir historias que mi imaginación creara, Podía escribir cualquier cosa que mi corazón sintiera. Básicamente, en ese lugar podía ser yo misma sin que nada ni nadie me detuviera, podía ser libre. Sin duda este era mi sueño, esto era a lo que quería dedicarme. Había descubierto mi vocación.
Pero no todos los sueños se hacen realidad, o al menos no para mi ya que luego de un mes no pude volver a escribir porque se acercaba una competencia de ballet a la que debía presentarme. Mi madre me preparo para esta competencia desde que tenia ocho años y ahora que tengo dieciséis voy a concursar en ella.
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Querer o Deber
Short StoryCada dia al despertar por la mañana, a no ser que estemos enterrados bajo tierra, vamos a tener que tomar decisiones. Estas decisiones casi siempre estan relacionadas con lo que queremos y lo que debemos hacer. En esta cuento corto acompañaremos a...