capítulo 5

126 8 2
                                    

Los dedos de Celia repiqueteaban en la mesa con intranquilidad. Había quedado con Leire en la cafetería a las seis menos cuarto para contarle un poco cómo se sentía, pero eran las seis menos cinco y la chica seguía sin aparecer.

Justo entonces recibió un Whatsapp de ella.

“No puedo ir, lo siento, ya hablamos”

Frunció el ceño con preocupación, pero ni siquiera le dio tiempo a contestarle preguntándole si todo iba bien.

Payne atravesó la puerta de la cafetería en ese mismo instante. Sonreía, como siempre, pero al ver la expresión de Celia, su expresión mostraba preocupación, sus labios se unieron formando una fina línea.

-¿Va todo bien? -preguntó al acercarse.

-Sí, sí -mintió ella asintiendo suavemente.

La verdad era que no sabía si lo que iba mal era que le había pasado algo a su amiga o que, desde una perspectiva egoísta, le preocupaba no saber enfrentarse a una tarde a solas con Liam Payne; no se había preparado para eso.

-Pide algo para beber... si quieres -dijo Celia.

-Mejor esperamos a Leire, ¿no? -dijo observando a Celia.

-Pues es que... -dudó- Leire acaba de decirme que no va a poder venir.

-¿Y eso? -se sorprendió.

-No lo sé. Así que pide algo si te apetece, yo por ahora no tomaré nada.

Payne arrugó la nariz en un gesto que le hacía parecer aún más joven, pero al fin aceptó.

Colocó su té en la mesa pocos minutos después, y apoyó los codos en el filo de esta.

-Empezamos nosotros, ¿no? -aguardó hasta recibir un asentimiento por parte de Celia- ¿Cuántos libros diferentes podemos traer?

-Entre ciento cincuenta y doscientos, o eso solemos traer todos los años -explicó ella.

-Vaya, esos son muchos libros -Payne abrió los ojos algo más que de costumbre.

-Creía que tenías cientos de títulos de la literatura inglesa que querías que leyéramos -bromeó ella

-Y los tengo. Pero no sé si tú comprarías "Jane Eyre" sólo porque a mí me parece una lectura interesante...

-Tienes una obsesión con las hermanas Brontë -los dos libros de los que habían hablado eran de ellas.

-Tengo muchas obsesiones que ni te imaginas -dijo con voz... ¿pícara? -¿Por ejemplo? -le dijo sonriendo.

Por momentos olvidaba que Payne era su profesor.

-Le tengo fobia a las cucharas -comentó con total normalidad.

Empezó a reír ¿Payne? ¿Fobia a las cucharas? Ella no se esperaba eso de aquel profesor.

-Eh pero no te rías de mi -dijo Payne en un puchero.

Juro que en ese momento estuve a punto de derretirme, en ese mismo lugar.

-¡¿A las cucharas?! -Celia seguía riendo- Será a las "cucarachas", ¿no?

-No, no, a las "cucharas" -sonrió.

-¿Y eso es... normal? -estaba verdaderamente sorprendida.

-No lo creo -rió.

-Entonces, ¿cómo comes sopa?

-Con tenedor -respondió con tranquilidad.

Celia no sabía si se estaba riendo de ella o lo decía en serio.

Profesor Payne.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora