Cruel Venganza

Venganza

Este es el fanfic del día 19 del Hikari month. 

¡¡Alto!! ¿En verdad quieres leer este fanfic? Te aconsejo que veas primero las advertencias:

*Gore
*Sin final feliz
*Agresiones
*Tragedia
*Muerte de personajes

¿Aún quieres leerlo? Entonces adelante :D espero que te guste.
esta historia nació gracias a un video de Droos :v ya verán cual es, y Dashi me dio la idea, y le dije que lo escribiría para el Hikari month, así que nada más que decir. Espero que les agrade y se aceptan sus buenas críticas :)

Gracias a Dashi por el beteo y la imagen de portada :D

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:::::::::::::::::Cruel venganza.

—Declaro al acusado culpable. Permanecerá de 5 a 10 años en prisión. Caso cerrado. — habló fuerte el juez de cabellos rojos. Los sonidos de sorpresa que salieron de las bocas de los demás testigos no se hicieron esperar; aunque admitían que las pruebas habían sido contundentes... no había nada que hacer.
Así fue como Yukio Kasamatsu fue tomado de los hombros por un par de policías, quienes intentaban sacarlo del salón y llevarlo a cumplir la sentencia que había deliberado el juez.

Entre los asistentes se encontraba el famoso modelo Kise Ryota, quien era novio del sentenciado y quien empezaba a gritar para que soltaran a su novio; su llanto fue en vano, pues los policías llevaban casi a rastras a un Kasamatsu shockeado.
—¡Él es inocente! — Gritaba el rubio, ahora siendo rodeado por otro grupo de policías que trataban de calmarlo.

Entre los asistentes también se encontraba Aomine Daiki, amigo de la secundaria de Kise, quien nada pudo hacer.
Tenía entendido que el escuchar el veredicto del juez había sido muy difícil para su amigo, pero él no tenía el poder para contradecir la sentencia... ni siquiera porque ese juez fuera su esposo de dos años: Kagami Taiga.

Kagami Taiga era el juez más recto y honesto de todo el país, por lo cual se le fue confiado ese caso, sabiendo que la amistad entre Kasamatsu y el mismo Taiga no implicaría algún favoritismo.
Lo que el juez pelirrojo no diría era que su propio veredicto le había dolido, y ahora esperaba que un molesto y adolorido Ryota le reclamara.

—¡Kagamicchi ¿Por qué lo hiciste! —Tal y como el juez lo esperaba, el modelo empezó a gritar, haciendo eco en el enorme salón de juicio. —¡¡Me has arruinado la vida!! —Gritó sin más. Ojos color miel ahora irradiaban furia y un coraje atípico, una mirada que bien podría matar a cualquiera.

No perdió oportunidad; Taiga le dedicó una mirada de perdón al rubio, se levantó de su asiento, dio media vuelta y se fue de allí, ante los gritos de dolor del otro chico.

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La noche había sido muy difícil para el matrimonio, tanto que ninguno de los dos había dicho muchas palabras, tras regresar del tribunal.