La maldita copa de ron que cambió su vida.
Arthur Limouzin, contador, hombre casado y con hijos, descubre un lugar misterioso y lúgubre al que muchos llaman POSADA DA MORTE, llena de extraños personajes, cada uno con una historia distinta que cont...
Un sonido rondaba por la pequeña habitación, el sonido de la desesperación, o mejor dicho, el de los tacones de Ámbar, desesperación por no saber nada de su esposo, habían transcurrido aproximadamente dos horas desde que hablé con él la última vez.
《Caminaré a casa amor, en media hora estaré ahí...》
POV ÁMBAR
Las últimas palabras que escuché de él, no me sorprendería que se haya ido a beber con sus amigos, aveces, es bueno darle su espacio, lo que no me cuadra es que haya ido sin avisarme.
FIN POV
Arthur no era de esos hombres que salen sin avisar, hoy, es la excepción; la agonía atormenta a Ámbar, su esposa, quien espera que la puerta de su casa se abra y del otro extremo, se encuentre Arthur.
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—¿¡Qué mierda significa esto Hilvan!?—el sudor en mi frente empieza a deslizarse por toda mi cara hasta bajar por mi cuello.
—¿Acaso tenemos confianza para tutearnos? Le diré algo, no pierda la compostura, ni se deje llevar por las emociones, usted, aquí, deberá hacerlo, o morirá...—esta vez Hilvan sonaba muy serio en sus palabras, más que en otras ocasiones.
—Leonard Hilvan, padre del hombre al que ha escuchado toda esta tarde. Un gusto.—extendiendome su mano, espera que lo salude formalmente, al igual que Hilvan hijo, temo hacerlo.—¿Me oyó?—su voz firme me obliga a extenderle la mano y saludarlo.
Y a su lado, el bartender, lucen exactamente igual. Son gemelos, y está vez, no es el juego de luces, no, son idénticos.
Esto no me trae buen rollo.
—Supongo que a estas alturas ya debió darse cuenta que sucede con nosotros, ¿no es así?—Leonard, el hombre de la chaqueta gris me habla, su voz es tan ronca como la del bartender.—Ambos permanecemos aquí todo el tiempo, y usted, mi querido Arthur, no se dio cuenta.
