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Capítulo 2

Me encuentro en mi sala, verificando si las invitaciones han sido enviadas a todos... Cuando leo el nombre de Orlando siento un pequeño remordimiento, por haberlo dejado, sin embargo, ya me enteré de que ahora sale con una chica muy simpática.

Estoy algo molesta porque la otra mujer de mi padre tendrá que venir y peor con su hija, yo quiero mucho a mi hermana, pero no es mi Santa devoción.

Por parte de Bruno, vendrá su familia desde Italia y Francia. Unos cuantos tíos, primos, amigos y vecinos. Sé que su primo mayor es un ministro en Francia. ¿Tanto por una boda? Eso quiere decir que se tienen mucho aprecio. Es por todo esto que la Isa (apodo de la madre de Bruno) está tratando de que todo salga tan elegante pero sin sobrepasarse. Ella tiene un gusto excelente. Mi madre se ha encargado más de avisar a la familia. Me dijo que no quería tener mucho que ver en esto porque le estresaría y la entiendo. Ambas estamos muy agradecidas con Isa.

Después de revisar que todo esté bien, me voy hacia mi cuarto para guardar las últimas maletas. Bruno me sugirió que lleve lo más importante, que en Los Ángeles vamos a tener una nueva vida y que debemos conservar los mejores recuerdos, más no los dolorosos.

Pienso que si me vuelvo a alejar de Bruno, no sabría describir cómo sentirme o cómo vivir bien. Algo trágico que mi mente no puede contener.

Reviso mis discos y todo lo que tengo en mi cuarto. Realmente extrañare escuchar música mientras pensaba en Bruno, o en las amarguras del día. Mi computadora y mis pósters. Pero solo eso, la verdad lo que más echare de menos es a mamá. Lo material no tanto.

Ahora yo seré madre, madre, madre. La palabra es como una nota de guitarra eléctrica en mi cabeza. No lo digiero todavía. Y puedo decir que la razón por la que me case es esta. Aunque Bruno dice que no es así, que desde el viaje a San Bartolomeo quizo casarse conmigo.

Mañana es la boda y ya tengo todo listo. Me recuerda un poco a la fiesta de promo en cuanto a lo de estar arreglada.

Lo que más quiero es dormir, me siento agotada de estar yendo a muchos lugares para escoger el color de una cosa, el tipo de rosas, el tipo de plato...Será a la antigua, nos casaremos el católico y luego el civil.

Mi vida perfecta y feliz es al lado de él, pero jurarlo ante Dios, suena más difícil que lo que parece. Pero se me pasa cuando me imagino la mirada y sonrisa de Bruno, o cuando frunce el ceño o los labios, cuando se altera por alguna cosa del trabajo...sin embargo, siempre es paciente y la persona que me hace más feliz.

Me levanto impaciente. Sin embargo, he tenido un buen sueño y cuando me voy al espejo, me siento bonita, bonita para Bruno. Me aseo y le tomo atención a mi celular, el cual está lleno de mensajes de la mama de mi ya casi esposo. Decido llamarle y evitar el escribir.

-Hola, mi querida- me dice con una voz súper alegre.- Estoy llegando con la maquilladora, la estilista y manicurista. También irá el fotógrafo para que capture cada momento. Es un profesional de calidad, hace fotos para Elle México y Elle Francia!

-Muchas gracias por todo- le digo- en verdad es una excelente persona. Ahora como lo veo, Bruno es como usted.

-De nada querida- me dice riéndose- todo lo hago porque haces feliz a mi hijo. Bueno, te dejo que tengo que coordinar algunas cosas.

Ella corta primero y supongo que es momento de comenzar el día. Me preparo un smoothie de blueberries. Prefiero evitar los carbohidratos pero tener energías para el resto del día.