#1ra. Parte...

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Desperté de aquel extraño sueño, había sido muy pesado y abrumador, ni siquiera recordaba de qué había tratado, pero me levanté más cansado que cuando me acosté. Fui directo a la ducha para limpiarme el sudor, el agua fría me refrescaría y me despejaría. De pronto la mampara de la ducha se abrió y vi a mi capitán desnudo frente a mí. Estaba tan alterado que ni siquiera había sentido su llegada. ¿Pero eso qué importa?, lo que importa es ¿qué demonios hacía allí, por qué estaba en mi habitación, por qué estaba en mi baño, por qué estaba desnudo? Estaba tan confuso que fui incapaz de reaccionar cuando entró en la ducha y se pegó a mí. Sin decir ni una sola palabra comenzó a masajear mi miembro y a lamer y morder mi cuello. Yo era incapaz de moverme, estaba demasiado sorprendido. Aquello era imposible, no, uno de los capitanes de las 13 divisiones, el capitán de la 6º división, mi capitán Byakuya Kuchiki no podía estar haciendo eso, era total y absolutamente imposible. A pesar del agua helada y de lo mal que me encontraba mi miembro comenzó a reaccionar. Sus labios y su lengua jugaban con mi cuello, mordiendo los puntos exactos que me hacían gemir y temblar, ¿cómo podía conocerme así? No, aquello no podía estar sucediendo. Estaba a punto de venirme cuando mi capitán se aparto de mí. Dejó te tocarme y acariciarme, por primera vez vi en su rostro una mirada ardiente y pícara, no era propia de él. Salió de la ducha y se marchó sin decir una sola palabra. Me quedé bajo el agua largo rato intentando recuperarme y después me senté sobre la cama. ¡¿QUÉ demonios había sido eso?! Tenía que haber sido una alucinación, ¡claro, había sido eso!, era imposible que mi capitán hubiera hecho eso, pero entonces ¿Por qué tenía un mordisco en mi cuello? Estaba confuso, era incapaz de pensar con claridad y para colmo aquello de mi entrepierna no se bajaba, ¿sería porque no dejaba de pensar en sus besos, en sus caricias, en su lengua sobre mi cuello? No aguanté más y me masturbé pensando en él. Pero qué me ocurría, no podía pensar en esas cosas con mi capitán. No podía ser, Byakuya Kuchiki no podía haber hecho aquello. ¡Claro, era solo deseo! Él necesitaba desahogarse, simplemente quería sexo, no podía querer nada más, no podía sentir nada por mí, él era un noble y yo nada más que un perro del Rukongai. Claro, solo quiso desahogarse. Ya más calmado me levanté de la cama y me vestí. Cuando fui a salir vi una nota escrita con perfecta caligrafía sobre la mesa.
''Ve a mi casa a la media noche''
Me quedé paralizado leyendo la nota. ¿Qué significaba aquello? ¿Quería hacerlo otra vez? Bueno, hacerlo una vez porque en la ducha no había pasado nada. ¡¿Nada?! Se me está yendo la pinza. Pero no podía hacer aquello, yo nunca lo había hecho con un hombre, y no podía hacerlo con mi capitán, sería romper las normas, todas sus normas. Me estaba apareciendo un tremendo dolor de cabeza de tanto pensar y no encontrar lógica alguna. No podía más, me tumbé sobre la cama e intenté relajarme, dejar de pensar en ello. Pero era incapaz, solo podía pensar en el cuerpo del capitán Kuchiki rozando el mío, en sus labios y su lengua lamiendo mi cuello, en sus manos acariciando mi sexo. ¡Joder, no aguanto más! ¡¿Por qué coño tengo otra erección?!
Al fin en la tarde pareció que me calmé un poco y continúe con mis tareas. Mis subordinados me preguntaban dónde había pasado la mañana ya que había desatendido todas mis labores pero yo no era capaz de contestar. No vi a mi capitán en todo el día (cosa normal) y me alegré porque no sabía que podría haber hecho. Al llegar la noche me quedé de pie cerca de la mansión de mi capitán. Ya se acercaba la media noche y aun no sabía lo que iba a hacer. ¡NO! No podía pasar aquello, era mi capitán, era un hombre. No podía hacerlo. Corrí como alma que lleva el diablo hasta que sin darme cuenta llegué al bosque. Paré sin aliento en un claro, tenía que calmarme. ¿Por qué estaba tan nervioso, por qué me sentía tan excitado?, ¿por qué deseaba verle?
-No as aparecido-la voz de Kuchiki sonó enfadada a mi espalda. No le había sentido llegar.
-Ca-capitán. Yo... esto...-estaba temblando, no sabía qué hacer.
- ¿Por qué no has ido?-parecía estar furioso, se acercó a mí poco a poco.
-Capitán esto no... no está bien, no puede pasar.
- ¡Porqué!-sin darme cuenta nuestros cuerpos estaban separados por unos pocos centímetros.
-Us-usted es mi capitán, un capitán de las 13 divisiones, un noble y los dos somos hombres.
-Eso me da igual-sentenció.
Con una mano agarró mis cabellos sueltos y con la otra me jaló de la cintura. Unió sus labios a los míos con un profundo beso que hizo que mi labio inferior sangrara. Mis piernas temblaban y no entendía cómo, a pesar del daño que me estaba produciendo, podía sentir tanto placer solo con ese beso. Sus suaves labios, su lengua intentado penetrar en mi boca... ¡NO! ¡Esto no puede pasar! Con todas mis fuerzas me separe de él y comencé a correr en dirección contraria pero de pronto sus fuertes brazos rodearon mi cintura atrapándome y frenándome en seco.
-Vas a ser mío, y si pones de tu parte disfrutarás-sabía lo que significaban esas palabras. Me haría suyo quisiera o no.
¡¡¡NO!!! No quiero, no puede hacerme esto, este no es mi capitán, no puede violarme. Estaba aterrado, lágrimas de miedo comenzaban a inundar mis ojos. Comencé a pelear, quería zafarme de él, le golpeé con los brazos y las piernas intentando quitármelo de encima. Cuando creí que ya me estaba librando, una especie de tentáculos verduzcos de unos cinco centímetros de diámetro comenzaron a rodear mi cintura y mis extremidades. Miré hacia atrás sorprendido por aquello y vi como en su rostro aparecía una mueca aterradora. No, aquel no era mi capitán. Entonces pude sentir aquel aura, era un Hollow, uno de esos malditos monstruos había poseído a mi capitán. ¿Pero cómo era posible? Mi capitán era demasiado poderoso como para dejarse poseer de aquella forma. El monstruo que poseía a mi capitán comenzaba a desnudarme sin que yo pudiera detenerle. Sus tentáculos se movían por todo mi cuerpo con lascivia. ¿Por qué la tengo dura? El Hollow (ya no lo veía como a mi capitán) comenzó a lamer y mordisquear mi cuello en aquellos lugares que me volvían loco, con una mano comenzó a masajear mi miembro y con la otra recorría mis tatuajes. Me puso boca arriba en el suelo y se posicionó entre mis piernas sujetas por los tentáculos. Miré sus ojos grises, en ellos veía la oscuridad del Hollow pero también la vida del capitán intentando luchar. Me besó, me dio un intenso beso que durante un segundo se tornó dulce y supe que ese beso era de mi capitán. Se desnudó con ayuda de los tentáculos en apenas un par de segundos, su pene estaba erecto y jadeaba pesadamente. Yo estaba aterrorizado, no quería que un Hollow me violara. Sus tentáculos comenzaron a acariciar mi pecho, mi rostro, cada centímetro de mi piel, y yo suspiraba y gemía, ¡estaba disfrutando! Pero eso no era posible, era asqueroso. De pronto el miembro de mi capitán penetró en mi interior. Pegué un fuerte grito de dolor. Comenzaba a sangrar, no solo por el ano sino por todos los lugares donde el Hollow me mordía. Comenzó a moverse en mi interior con fuerza, cada envestida era mayor, más intensa, más dolorosa y ¿más placentera? ¡NO! No es posible, claro, no es el Hollow el que me hace disfrutar, es mi capitán, sentirle junto a mí, sentir su piel, sentir su miembro en mi interior... ¡pero qué digo, eso es igual de malo! El Hollow siguió violándome de muchas maneras, no quise pensar en ello, no quería pensar que era un Hollow el que me violaba mientras yo lloraba como un niño pequeño, quería pensar que era mi capitán el que me hacía el amor, aunque eso también era malo no era tan horrible. De pronto sentí en mi interior otra cosa a parte del miembro de mi capitán, uno de los tentáculos del Hollow penetró en mí provocándome tremendo dolor.
-¡¡¡¡NO!!!!
Aquel fuerte grito salió de la garganta de mi capitán. Los tentáculos comenzaron a soltarme. Vi como mi capitán luchaba contra el Hollow. El Hollow me soltó por completo, tenía que concentrarse en luchar contra la energía de mi capitán que intentaba librarse de él. Yo estaba paralizado, quería ayudar a mi capitán pero no sabía qué hacer.
-No voy a hacerle mas daño.
-Lo deseas.
-Es mi teniente.
De la misma boca de mi capitán salían dos voces distintas, la suya y la del Hollow, estaba luchando por la posesión del cuerpo.
-Le amas.
-No quiero hacerle daño.
-Deseas poseerle.
-Pero no así.
- ¿Qué más da cómo?, yo puedo hacerle tuyo como tú no podrías nunca.
-No quiero su sufrimiento.
-Está disfrutando, ¿no lo ves?
-Cállate, no lo quiero así.
Un último y fuerte grito salió de su garganta. El Hollow dejó el cuerpo de mi capitán. Este cayó al suelo inconsciente y yo al fin reaccioné y me apresuré a destruir al Hollow con mi espada. Cuando el Hollow desapareció me acerqué a mi capitán. Estaba inconsciente y muy débil. Le cogí en brazos y le llevé al hospital. Enseguida le atendieron y comenzaron a curarle. Yo estaba tan preocupado que ni siquiera me di cuenta de que estaba desnudo. Me dieron ropa y también curaron mis heridas.

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