CAPÍTULO 7: CADA VEZ MÁS PELIGRO.

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Pasó aproximadamente un día. Llevaban ya dos días en la caseta. Michael ya se había despertado y le dolía la cabeza. Lucas y él todavía no se habían dirigido la palabra desde la pelea. Lucas ya se encontraba mejor. Molly y Avril se encargaban de curar a Lucas y de vigilar a Michael para que no se pelearan otra vez. Estas le habían enseñado a Lucas otra sala que se encontraba escondida en la sala de la derecha, donde se encontraba las provisiones, en la cual había una hoguera gigante para preparar la comida y un pequeña cascada que caía en un agujero el cual era para defecar y mear. No había cama, por lo cual les tocaba dormir en el suelo, excepto Michael que seguía atado a la mesa y dormía ahí.

En la noche del segundo día Avril se puso a observar las armas.

-Aquí faltan cosas-

-¿Cómo?- pregunto Molly a Avril.

-Qué aquí faltan cosas-

-Eso es imposible- respondió.

-¿Por?- preguntó Lucas metiéndose en la conversación.

-Porque estamos solos- respondió Molly.

-Eso tú no lo sabes- dijo Avril.

-Me encontrasteis a mí, igual que a Michael-

-Ya pero...- dijo dubitativa.

-Mira- dijo Avril.

Esta se levantó y se paró donde estaban las armas.

-En la otra caseta los cuchillos que eran iguales a estos estaban ordenados de más grande a más pequeño, si no me equivoco había 5 y aquí hay 4 y entre este y este hay un hueco- dijo Avril señalando los chuchillos.

-¿A ver?- dijo Molly.

Esta se levantó y fue hasta donde esta Avril. Lucas seguía sentado en el suelo.

-Es verdad- dijo alucinada y tocándolos.

-Y aquí también- dijo Avril.

Esta se fue a la otra pared donde también estaban colgadas otras armas.

-Había 3 lanzas y solo quedan dos, y una ballesta y flechas las cuales ahora no hay-

-Emm...- Molly se quedó mirando y pensando.

-Yo ya lo vi- dijo Lucas todavía sentado.

-¿Cuándo?- preguntaron las dos al unísono.

-Cuándo vinimos a por la cuerda y los ganchos- respondió.

-¿Por qué no nos dijiste nada?- preguntó Molly acercándose a el.

-No sé, Michael entró conmigo y no dijo nada-

-Iba con tanta prisa que no me fije- dijo Michael.

Este se acababa de despertar.

-Pero no solo faltan armas, también comida. Había también algunos huecos vacíos- dijo Lucas.

-Eso también pasaba en la caseta de la 5- dijo Avril.

-Pero no puede haber más gente, yo creía que solo éramos nosotros- dijo Molly nerviosa.

-Te repito que me encontrasteis- dijo Lucas.

-Molly, tranquilízate- dijo Avril.

Molly estaba muy intranquila, se movía de un lado para otro. Avril y Lucas la intentaban tranquilizar.

-Tranquilízate- la decían cada minuto.

-No puedo- respondía.

Una hora después se la notaba más tranquila. Y se sentaron.

-¿Ya estas mejor?- le preguntó Lucas.

-Si- respondió.

-No sé qué te pone tan nerviosa- dijo Avril.

-El Cubo ya es bastante peligroso ¿Y si ellos también lo son?- dijo otra vez nerviosa.

-No, no lo son- dijo Michael aún despierto.

-¿Y tú como lo sabes?- preguntó Avril.

-Porque he estado con ellos- respondió.

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