Llueve a borbotones en las solitarias calles de Busan. Aquel chico castaño, de ojos melosos, labios de cerezo, mandíbula perfilada y piel de porcelana, mira a través de su ventana. Pasa su pálido y largo dedo sobre ella y comienza a trazar inconscientemente lo que al comienzo es un garabato que después de unos segundos va tomando forma y coherencia.
-Luhan... -musita.
Sehun no sabe por qué ha escrito ese nombre en su ventana. Jamás lo ha escuchado o frecuentado alguna persona de dicho nombre. Pero le es extraño el hecho que sus dedos lo hayan trazado, que su cerebro lo haya ignorado para hacer de las suyas y que su corazón reaccione erráticamente a la mención de dicho nombre.
Su cabeza duele. Cierra sus ojos, respira calmadamente. Lleva una mano a la altura de su pecho y en lo que lo hace, este duele. Siente que su corazón arde y que sus ojos lloran.
Algo extraño esta sucediendo con él. Se deja caer al suelo logrando hacerse un ovillo. Después de un puñado de lágrimas, le acompañan los sollozos para después los gritos.
Enfermeras entran a los segundos de escuchar dicho llanto tan lamentable. Un doctor las acompaña. Ellas lo sujetan de los brazos, el niño no es muy fuerte, pero tiene mucha adrenalina dentro de él y les es difícil controlarlo. Rudamente, la jeringa se hunde en sus venas. Sehun está durmiéndose nuevamente. El castaño está huyendo de su realidad como siempre.
*
-Sehun –escucha su nombre.
Sus ojos pesan y se rehúsan a abrirse.
-Bonito –intentan de nuevo.
Sehun niega. No quiere abrirlos.
-Amor –el muchacho despierta de golpe con el corazón latiendo erráticamente. Sehun comience a hiperventilar.
-Sueño. Un sueño. Solo ha sido eso –se calma así mismo.
Mira hacia los lados. Como siempre, desde hace dos años, despierta con la blancura de los cuatro muros en los que está atrapado. Su cuerpo, frágil como una pluma misma, se pone recto. Vestido con unos pants, playera y pantuflas blancas, camina hacia el baño.
Una vez que entra, se admira en el espejo; demacrado y rendido es como se ve. Ya no quiere luchar con su mayor rival, su mente.
El halo se impregna en el vidrio poniéndole su reflejo difuminado, Sehun lo admira y nuevamente su mente lo ciega y sus dedos le obedecen. Comienza a trazar otra vez y cuando se da cuenta lee en voz alta.
-Luhan –y ahí está nuevamente ese dolor en su pecho. Esas lágrimas que salen sin permiso y su corazón roto sin saber el porqué.
Se deja caer en el suelo, junta sus piernas hacia su pecho, hunde su cabeza en sus rodillas y llora en silencio. Odia que lo duerman para solo despertar al día siguiente y repetir la escena.
-¿Quién eres Luhan? ¿Qué me hiciste? –tira preguntas al aire que le ignora.
Solloza porque está lleno de impotencia de no poder saber quién es ese nombre que todos los días le tortura. Le odia porque por su culpa está encerrado en la cárcel blanca; un psiquiátrico, pero a la vez, siente tanto amor por ese nombre que no sabe que más hacer y solo se refugia en el llanto. Una salida de desahogo.
*
-¿Puedo verlo? –pregunta.
-No puede joven –le niegan la petición.
-¿Por qué? Él es mi esposo –contraataca.
-Él lo olvido. Si su nombre le daña de una forma que duele hasta la situación física, imagínese si lo ve –el contrario toma entre su mano su cabello en gesto de exasperación. Resopla y vuelve su vista molesta hacia el psiquiatra.
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Miénteme con Amnesia [HanHun] [Two Shot]
FanficA Sehun le atormenta día con día, un nombre que sin querer, sus dedos trazan, su mente recuerda y su corazón le llora. Luhan, el nombre que le lastima pero a la vez ama. No sabe quien es y de donde viene, sin embargo, su corazón lo recuerda con añor...