Nota 9

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Asi es. Luzu estaba alli.

Me dijo que bajara, que queria decirme algunas cosas.

Yo bajé encantada, pero tuve que hacerlo por la ventana.

Abajo, me dijo que lo sentía y que de verdad lamentaba haberme drogado.

Con que eso era. Él me drogó.

Luego, me invitó a caminar hacia el parque, y con timidez acepté.

Caminamos y hablamos, nos conocimos y reimos.

En un claro espacio entre las casas, el frenó, serio, me tomó la mano, dió la vuelta y me obligó a caminar devuelta hacia mi casa.

Le pregunté qué sucedia, y él me dijo que ellos eran los que le vendian droga.

Asustada, mire para atras, y las miradas de los hombres misteriosos se juntaron con la mia. Me señalaron y comenzaron a seguirnos.

Le avisé a Luzu, que solo aceleró y me arrastro (basicamente) hasta mi casa.

Por suerte, esos tipos estaban lejos, y antes de que nos alcanzaran, nosotros ya estabamos en la comodidad de mi habitación.

Miramos por la ventana. Yo con el corazón en la boca, estaba temblando, y Luzu me abrazó y consoló.

Vimos por la ventana que justo delante de nuestra casa, los tipos se pararon y se dividieron para buscarnos.

Luzu hizo que me agachara y muy lentamente cerró las cortinas.

Tras unos minutos esperando, vimos que se fueron.

Luzu me pidió pasar la noche, y yo accedí. Mandó un mensaje a su madre y luego nos acostamos a mirar una pelicula.

He's into drugsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora