House's Head [One-shot]

Capítulo Único

I
Ebrio hasta la médula y seguro de que el cantinero ya no estaba dispuesto a darle un solo trago más, cogió su móvil del bolsillo de su pantalón.

Era un idiota, con una seria "pulsión hacia la muerte", pero no era tan idiota. En ese estado no podía conducir ni una bicicleta.

Ya no recordaba porque se había ido a embriagar a un bar desconocido, aunque tampoco recordaba cuántas copas se había bebido, y aquello le preocupaba.

Con las manos aún temblorosas, marco los números que ya conocía de memoria, y le llamó, a el, su ultimo recurso, su salvación.

El tono del móvil sonaba lentamente al compas del ambiente. A House le ardía la garganta, no hallaba la hora de oír su voz al otro lado de la línea, y de pronunciar esas palabras que había pronunciado una y mil veces y lo seguiría haciendo, "Wilson, ven por mi", porque a pesar de todo sabía que Jimmy siempre aparecería, que jamás lo dejaría solo.

Pero la espera seguía siendo interminable, y nadie contestaba, ni Wilson........ni Ámber. La única voz que oyó fue la de la contestadora anunciándole lo que ya sabia, y con el pecho oprimido, lo aceptó, James no aparecería.

Quiso arrojar el móvil y verlo partirse en pedazos pero no lo hizo, porque luego tendría que explicarle a su amigo el porque le estaba pidiendo dinero para un nuevo móvil, porque sabía que preguntaría por el antiguo, y el no podría responder.

Guardo el móvil en su bolsillo, y con el su deseo de hacerlo trizas.

Respiró profundo, se hecho 3 de sus sagradas vicodinas y se preparó para la lucha. Se puso de pie con mucho cuidado, se tambaleó un poco, pero cuando ya estaba más estable, agarró su bastón y emprendió la marcha de la "muerte".

II

House siempre había odiado los autobuses, desde niño. Todo el ajetreo, la gente sudorosa, los gritones, los gordos, y los habladores, por lo mismo, de niño se había prometido que se compraría un auto y jamás volvería a tener que viajar en una de esas cosas, aunque también se había prometido ser el corredor más genial de todos los tiempos y claramente no había logrado cumplirlo.

La conclusión era simple, la realidad era cruda y las cosas cambiaban.

El autobús se detuvo frente a el. Subió las escaleras tratando de no perder el equilibrio y con la ayuda de su bastón. Pagó su boleto y camino lentamente para no caer, apenas encontró un asiento libre se sentó.

Sentía náuseas, ardor en la garganta y su pierna lo estaba matando. Tragó otro vicodin, y dejo caer sus párpados recostado en el respaldo del asiento.

Recordó a la mujer que había aparecido en sus sueños, y la vio frente a el, a pesar de estar consciente de que en aquel asiento del frente no había nadie.

-¿Quien soy House?- le preguntó. Esa voz....

-Callate, tu no estás ahí- se volteó hacía la ventana para ignorarla, pero lo que vio le corto la respiración.

No pudo moverse, ni si quiera gritar, las luces lo segaron antes de que pudiera ver, y lo próximo que sintió fue el impacto.

III

Se impacto justo por donde House se encontraba, y con la fuerza de impacto Greg cayó al suelo.

Y entonces el autobús perdió verdaderamente el control y........se volcó.