Parte 1: Perdida y sola

15 1 0
                                    

Iba sin rumbo, estaba perdida y sola. No tenía nada, no pensé que unos caminantes iban a poder con todo un grupo de personas, mi grupo desapareció, ya no queda rastro de nadie y las únicas supervivientes hemos sido mi hermana y yo. Esta situación me asusta no sé si vamos a poder continuar viviendo, ahora mismo nos encontramos en una carretera en mitad de Atlanta cayendo el sol a plan.

- ¿Estás bien? - pregunto a mi hermana la cual anda detrás mía a un metro.
- Claro, estamos en un apocalipsis zombie, sin comida, sin agua, sin armas, sin refugio y con la ropa rota y manchada de la sangre de otras personas, pero estoy bien. - escupe.

No le digo nada, ya que, aunque esa expresión no haya sido la más adecuada, tenía razón.
Nos quedamos un buen rato andando sin decir absolutamente nada.
- Saldremos de esta. - digo esperanzada.
- Estas muy segura de eso Lisa. - dice Daphne y se para en mitad de aquella carretera desierta.
- Se de lo que tengo que estar segura. - digo en tono bajo mientras sigo andando.

Al final de todo el camino, en la lejanía, se veía un Mercedes de color gris, creo que estamos a salvo. Echamos una corría para llegar donde estaba ese coche.

- Hay munición, ¡y comida! - dijo Daphne en tono alegre mientras miraba por las ventanillas.

Me quedo parada en seco un par de segundos cuando en ese momento noto como mi cabeza da vueltas y no veo del todo claro, hasta que.. ¡pam! me caigo al suelo mareada.

- ¡Lisa! - escucho la voz de Daphne llamándome.

Al cabo de un rato, noto como un trapo húmedo roza mi frente. Empiezo a abrir los ojos lentamente y veo cómo mi hermana está sentada al lado mía con un trapo húmedo y mi cabeza apoyada en su regazo.

- ¿Qué..qué me ha pasado? - preguntó en tono débil.
- Te has mareado. Creo que ha sido por un golpe de calor. - me dice sin quitar la vista del trapo.
- Tenemos que seguir andando y coger algo de ese coche. - interrumpo y me pongo casi en pie.

En ese momento vimos como un hombre se acercaba a nosotras, creo que era el dueño del coche, de eso que no me podía mantener en equilibrio y acabó sentándome otra vez.

- ¿Quiénes sois? ¿Qué hacéis aquí? - pregunta apuntándonos con su revolver.

Yo no tenía fuerzas, apenas podía hablar.

- Somos Lisa y Daphne. Estamos aquí porque un grupo de caminantes han matado a nuestro grupo y no tenemos nada, a mi hermana le ha dado un golpe de calor y bueno, usted está aquí apuntándonos con su arma cuando ni siquiera nos conoce. - le salta Daphne sin parecer asustada.
- A parte de eso, deduzco que me queríais robar el coche, ¿no? - dice.
- Recalco, no tenemos nada, y el ver su coche nos ha abierto un mundo, no sé si me entiende. - contesta Daph.
- No le vamos a hacer nada y espero que usted tampoco nos lo haga. - le digo.

Era un hombre alto, con barba, pelo corto oscuro, y con unos grandes ojos, me pregunto quién sería y porque todavía no nos ha metido un tiro.

- Levantaros sin hacer nada y podéis iros. - nos dice y baja el arma.

Mi hermana me ayuda a levantarme y pasó un brazo por su cuello para poder andar. Ese tipo ya no nos hacía caso y estaba a su rollo.

- ¿Y si aprovecho y salto a por el? - susurra Daphne.
- Ni se te ocurra, considerate afortunada de que no te haya matado al segundo de verte.

No me responde. Avanzamos un trozo y él seguía allí, apoyado en el coche mirándonos.
Cuando justamente sale un grupo de caminantes a por nosotras, estábamos pérdidas, no sabíamos qué hacer.
Miro atrás y veo cómo ese hombre viene corriendo hacia nosotras.
Nos aparta a un lado y empieza a cargarse a todos esos caminantes a la 1.

- Venid conmigo. - dice amistoso.
- ¿Por qué? - respondo.
- No parecéis malas chicas, soy Rick. - sonríe.

Quita mi brazo del cuello de Daphne, le da a ella su hermana y carga conmigo hasta su coche, nos montamos y bueno, ¿qué nos pasaría ahora?

SosiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora