Sombreros y moñadas

13 1 0
                                    

Al día siguiente, me levanto y me dirijo a darme una ducha, Daphne estaba dormida y no la iba a despertar ya que ambas estábamos agotadas.
Me visto y bajó a coger algo para desayunar, teníamos nuestra propia casa, no me lo creía, esos días que pasamos sin nada en parte han merecido la pena para después encontrarnos con todo esto, daría las gracias a Dios pero no me considero católica.
Mientras desayuno miro por la ventana y veo a parte del grupo de Rick ya preparados con sus armas y equipo para salir, supongo que irán a buscar comida o gente para el grupo.

- Hola. - dice Daphne con los ojos medio cerrados.
-¿Has dormido bien? - digo mientras sigo ojeando por la ventana.
- Supongo. Hoy voy a explorar. - dice mientras se sienta.
-No te vayas a poner curiosa de más y no te metas con nadie. - le advierto entre carcajadas.

Yo era una de las únicas personas que sabían cómo era Daphne, a parte de que es mi hermana, nuestra relación es de algo más que eso, yo hago para ella ese roll, el de madre/padre y el de mejor amiga, ya que nuestros padres fallecieron a comienzos de esta horrible pesadilla de la cual quiero despertarme ya.
Me mudé a EEUU a los 18 años para estudiar allí en casa de mi abuelo que residía allí unos 3 años antes de que yo llegara y no sabia que años después iba a pasar lo que pasó.

- Yo también saldré a explorar. - le sonrió a Daphne y le doy algo de desayunar.
- Gracias. - contesta con la cabeza agachada.

No quería dejarla sola pero me dijo que tardaría más en salir, así que salí y lo primero que hice fui a dar vueltas como un subnormal.

- Hola. - dice una voz de niño detrás mía, me giro y era el chico del sombrero de ayer.
- Hola. - contesto.
- Soy Carl.
- Encantada, yo Lisa. - respondo con una sonrisa.
- Bienvenida a Woodburry, espero que te adaptes bien.
- Muchas gracias, yo también lo espero.
- Si necesitas algo, puedes decírmelo a mí, aunque creo que mi padre te podía ayudar más.
- ¿Tú padre? - pregunto sorprendida.
-Si, Rick es mi padre.- me informa.

La verdad es que me sorprendió, no sabía que Carl era hijo de el.

- Oh vaya, de lo que una se entera.
- Si, bueno también tengo una hermana pequeña que se llama Judit.
- ¿Hay un bebe aquí?
- Si, ¿quieres venir a verla? - me pregunta.

Le digo que si con la cabeza y me lleva a su casa. Veo a Judit, una bonita niña rubia con unos grandes ojos azules, se parecía a Rick. La cojo y me siento un rato con ella y con Carl. Estuvimos un rato hablando y él me contó algunas cosas por las cuales había pasado el grupo y yo le conté algunas de las muchas cosas que me habían pasado a mi.
Al rato, me despido de él y salgo y veo a Daphne en frente de una moto observándola con no muy buenas intenciones.
- ¿Qué haces? - le advierto.
- ¿Esta moto funcionara? - pregunta mientras la observa.
- Seguro que sí y más te vale no tocarla porque no es tuya.

En ese momento una voz masculina nos interrumpe, suelta un: Ehhh como de advertencia, y Daphne da un paso atrás y yo me giré de golpe.

- ¿Qué hacéis con mi moto? - nos dice un hombre alto, rudo, de pelo largo y ojos marrones con un chaleco y una ballesta colgada.
- ¿Es tu moto? - le salta mi hermana.
- Lo siento, es que a mi hermana le ha llamado la atención y se había acercado a verla. - digo en modo de disculpa.
- Pues que no se le ocurra ponerle un dedo encima a mi moto, que guarde las distancias con ella.

Ese tío era un capullo integral, que borde, gana en bordería a Daphne y a mí.

-La próxima vez le pincho las ruedas.. - dice Daph en susurro.

Aquel tipo se me queda mirando fijamente y yo hago lo mismo.

-No te preocupes, no íbamos a hacer nada con tu moto. - escupo en tono borde y me voy.
- Más te vale. - me dice cuando estaba de espaldas a él.

Viene Daphne de una corría par alcanzarme y anda al lado mía, no le digo nada al respecto porque sabe que no me gusta nada que me den ese tipo de contestaciones ya que tanto ella como yo tenemos muy mal genio.

El resto de día no hicimos nada, nos quedamos en casa ya que no vimos a Rick por ninguna parte y a una buena parte de personas de su grupo.
A la hora de cenar, tocan a la puerta de la casa donde nos hospedábamos.
- Daphne ve a abrir que estoy en el baño. - le grito.
- Voy. - me contesta.

Narra Daphne:

- Seguro que está tocándose. - dije en voz alta.

Por el cristal translúcido de la puerta vi una silueta femenina, con pelo por los hombros espere unos segundos para ver quién era y abrí.
Cuando justamente veo a aquel niño del sombrero, empiezo a reírme ya que pensaba que era una mujer.
- Soy Carl. - me dice a cuadros.
- No me importa quién seas, ¿quién eres?

Yo tan simpática como siempre.

- ¿Y tú eres? Que simpática niña. - me escupe.

No le digo ni que pase y me empuja a un lado levemente.

- ¿Quién mierda te ha dado permiso para que entres? - le grito.
- Nadie y tú no eres nadie tampoco para dármelo, he venido a ver a Lisa no a ti.
- ¿Tú eres tonto? - le ladro.

Justamente Lisa aparece en frente de nosotros.

- ¿Qué está pasando aquí? He oído gritos.
- Nada, me voy. - subo las escaleras y le enseño mi querido dedito al Carl ese.

Narra Lisa:

- Muy simpática tu hermana. - dice Carl.
- Dejala es caso a parte, si te molesta mucho, me dices. -le sonrío.
- Suelta una carcajada - mi padre quiere verte, te quería decir unas cosas y he venido para pasarme a ver qué tal estabas.
- Ahora voy, y estoy bien, gracias.
- Vamos y te acompaño.

Le meto un grito a Daphne diciendo que iba a salir, me dirijo con Carl para ver qué quería Rick.

- Oh vaya. - digo para mis adentros, nos cruzamos con el tío de antes, el de la moto.

Mira a Carl 1 segundo y después se va la mirada a mí y me mira de arriba a bajo, pasa por nuestro lado sin decir nada.

- Ya conoces a Daryl, ¿no? - me pregunta mientras andamos.
- ¿Daryl? Si, muy simpático. - digo irónicamente.

Carl ríe nos reunimos con Rick, cuando justo escuchamos unos gritos..

SosiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora