Día 0

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30 de abril de 1945. Después de haber estado montando guardia toda la noche en el puesto de vigilancia, me levanto en la cama de mi barracón. No me fijo en qué hora marca el reloj, lo que me llama la atención es que todas las camas están vacías. Es entonces cuando miro al reloj que llevo en mi muñeca izquierda. Las doce y cuarto pasadas. A esta hora suele haber mucha actividad en el cuartel, pero por alguna extraña razón hoy está en completo silencio. Sin marchas militares, sin rondas de vigilancia, ni policía militar, tampoco se escucha ningún vehículo. Salgo del barracón y no atisbo ni un sólo alma rondando por allí, todo en completo silencio, incluso la avenida de al lado del cuartel, lo único que se mueve es la gloriosa bandera con el símbolo de la raza aria y nuestro gran "Führer".

A medida que avanzo por la avenida observo las viviendas del casco antiguo de Berlín.Todo sigue tranquilo, aunque se escucha un alboroto en la lejanía, así que decido poner rumbo hacia allá. A medida que voy acercándome se escucha más y más a una multitud de gente que parece furiosa por algo. ¿Otra protesta contra nuestro Führer? ¿Una huelga de trabajadores? O quizá una manifestación, en breve lo sabré. Cuando estoy a punto de llegar me doy cuenta de algo: no he visto ninguna bandera colgada en toda la avenida. Algo va mal.

La larga avenida desemboca en la serie de búnkeres de la ciudad. Habrá cerca de un millón de personas gritando al descompás, por lo que no llego a entender nada. Más adelante de la multitud, en un alto atril un miembro de la Gestapo está intentando poner orden pero obviamente es imposible. Me acerco a un chaval, de unos 17 o 18 años.

-Disculpa, ¿podrías decirme por qué hay tanta gente aquí? Vengo del cuartel que hay al final de la avenida.

-Escuche. Toda esta gente está aquí porque hay rumores de que el Führer ha muerto. Dicen que su cuerpo está en uno de esos. -Dice, señalando a la serie de búnkeres y esbozando una pequeña sonrisa.

-¿Acaso te alegras de que Adolf Hitler haya muerto? No sabes lo que estás diciendo... -En ese momento agarro al niño por el cuello de la camisa y me dispongo a darle su merecido cuando la voz del alto cargo suena por los altavoces.

-Escuchen todos, por favor. Presten atención y dejen de armar tanto revuelo. Hay un mensaje que debo comunicar: nuestro Führer, Adolf Hitler ha muerto. El Tercer Reich ha llegado a su fin. -El gestapo baja del atril y se dirige hacia un coche negro cuando un grupo de personas le tira al suelo y lo comienzan a apalear.

Mi mano se suelta de la camisa del joven por pura impotencia al saber que el hombre por el que he dado mi vida en numerosas ocasiones ha muerto, y ni siquiera sé cómo ha pasado. Veo cómo varios soldados son asaltados por civiles al mismo tiempo que veo que yo soy el siguiente. Permanezco ahí, inmóvil.

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