Acabo de salir de ballet y me dirigo hacía mi coche, el cual aparqué un poco lejos. Estoy cansadísima, esto de hacer 4 horas diarios de balet es agotador.
Subo al coche , enciendo la radio y está sonando ‘wracking ball’. Mi cara ahora mismo es desagradable, no por la musica claro, sino por tener que conducir tan lejos hasta mi casa. Creo que es lo que tiene cuando quieres estar practicando todo lo posible, entrenandote para poder entrar en el conservatorio y poder cumplir tu sueño. Mientras suena la canción de Miley repaso en mi cabeza ‘cuando llegues a casa acuerdate de llamar a mamá. Haz la lista de invitados para el cumple de papá y recoge al pequeño Maike de la guarderia’. Algo hizo que saliera de mis pensamientos de una forma muy repentina, ‘Story of my life’. Nadie, absolutamente nadie a mi alrededor podía llegar a comprender como me sentía, qué sentía y por qué me sentía así al escuchar a los cinco chicos más perfectos del mundo. Esos que, aunque la gente no me tome enserio y piense que soy una cría porque me gusta una ‘boyband’ con 18 años, me sacan una sonrisa todos los días y son los que me ayudan a seguir adelante con este asco de vida, esta vida que yo jamás elegí y que de verdad, cambiaría por cualquier cosa.
Una vez llego a mi casa, abro la puerta y como no, mi perra, Lía viene a saludarme, la única que se alegraba de que estuviera aquí. Bueno, ella y mi hermano, pero supongo que cuando tenga unos pocos años más me tratará como el resto de mi familia hace.
Dejo la bolsa de ballet en la entrada, reviso que Lía tenga su comida y su bebida y voy directa al baño para darme una ducha y empezar cuanto antes con las cosas que mi madre acostumbraba a mandarme, como si fuese yo su sirvienta. Como es de costumbre me pongo el CD de UAN para ducharme, aunque a veces lo cambiaba y ponía el de TMH.
Acabo de terminar de la ducha y ahora es cuando empieza mi… La vida de mi madre puesta en mí. Sí, yo debía hacer sus trabajos como antes he dicho. Mi madre no trabaja, depende de mi padre, por lo que me jode aún más que tenga que hacer yo sus trabajos cuando ella tiene todo el día libre.
Decido llamarla como me dijo que hiciera.
-__: ¿Mamá?
-Mamá: Sí, dime.
-__: ¿Cómo estás?-Para nada podía mostrarle lo que realmente pensaba, así que sí, debía ser falsa con ella.
-Mamá: Bien. Coge un papel y un boli y apunta los nombres que te voy a decir.
-__: Sí, claro, espera.
-Mamá: Rápido __ que tendo cosas que hacer.-Osea ¿hola? ¿qué cosas? Recuerdo que soy yo la que acaba de llegar de ballet y tiene que ponerse a estudiar para poder sacarse el bachiller, pero como su madre tiene ‘cosas que hacer’ su hija debe ocupar su tiempo en sus tonterías.
-__: Ya está, dime.
-Mamá: Está bien, empiezo, sé rápida. No estoy para tonterías.- Joder, que harta me tenía, podía por lo menos ser un poco más amable ¿no?
Empezó a decirme una lista de nombres, algunos no los entendí muy bien pero acabé deduciéndolos, puesto que podía haber utilizado la lista de invitados del año pasado, papá no era simpático y se rodeaba siempre de la misma gente, de gente como él.
Tenía que ir a recoger a mi hermano de la guardería, eran las 12h de la mañana y solo faltaban 15 minutos para que saliera, si no quería recibir ninguna riña por parte de mamá era mejor que cogiera el coche cuanto antes.
Gracias a Dios llegué a tiempo. Lo recogí y lo llevé a casa de mis padres, quería pasar más tiempo con él pero tenía la semana llena de exámenes y tenía que estudiar, ya que, hoy sábado, quería salir por la noche un ratito con mis amigos.
Cuando llegué a la puerta de aquella casa que tan malos recuerdos me trae, toqué el pito varias veces esperando a que alguien saliera, no tenía tiempo de ir a buscar aparcamiento, tocar el timbre, esperar a que me abrieran y como era de costumbre, que mi madre me diera alguna que otra charla que no viniese a cuento. Tardaron unos pocos minutos en salir pero al final salieron que es lo que cuenta.
Ahora estoy otra vez de camino a mi casa para comer y ponerme cuanto antes con mis estudios, no quería acabar repitiendo otro año.
La tarde se pasó rápida. Acabé hablando con algunos amigos por el Whatsapp para saber qué haríamos por noche y dónde quedaríamos y bueno, esas cosas que de normal se hacen antes de salir con los amigos.
Eran las 22h de la noche y habíamos quedado en un bar donde siempre íbamos, donde se reunían de normal los de nuestra edad y para empezar a beber ahí y luego marcharse a la fiesta.
Puesto que no debo llegar muy tarde a mi casa, a las 3h de la mañana me fui a mi casa. Abrí la puerta, saludé a Lía, fui a mi habitació, me puse el pijama y me metí a la cama.
Mientras intentaba dormir me vinieron recuerdos del pasado a mi mente,esos que provocaban que llorara, y aún más si iba bebida conforme iba.
Creo que debería contaros algo antes de nada, pero es algo que no sabe nadie, ni mi mejor amiga. No, ella tampoco lo sabe. Es mi pasado, algo que no me gusta ir contando, algo que no me gusta que nadie sepa,pero creo que debo desahogarme. Sí, os lo voy a contar.
